Del dicho al hecho hay mucho trecho.
Refrán popular
El presidente argentino Alberto Fernández pronunció hace algunas semanas una frase que supuestamente, según afirmó, habría escrito el famoso poeta y escritor mexicano Octavio Paz. En realidad era una chiste de Carlos Fuentes y Julio Cortázar: “Los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos”.
La verdadera razón de la confusión del presidente, además de ser un reverendo pendejo, es que Litto Nebbia —cantante y compositor argentino, fundador del rock en español de ese país— tiene una canción que alude a que los argentinos (igual de sobrados que siempre) llegaron en barco, una zamba que lanzó en 1982.
El desliz del presidente argentino generó una serie de ataques y polémicas, tanto en los medios tradicionales como en las redes sociales, así que el pendejo del presidente tuvo que disculparse vía Twitter diciendo que no fue su intención ofender a nadie.
Fernández reiteró su postura en cuanto a que su país se fundó de las personas que llegaron de los barcos. Lo que es innegable es que tanto Carlos Fuentes como Julio Cortázar y el mismo Litto Nebbia hacen referencia a la controvertida frase, que dicho sea de paso es discriminatoria y racista.
Es, pues, un tanto cuanto la postura de la gente que habita la República de Argentina: denota su forma muy particular de sentirse europeos. Pero para ser europeos solo ellos.
Hace unos días desde la Quinta Olivos el presidente Alberto Fernández la volvió a cagar (como dicen en mi pueblo) durante un discurso con motivo del 201 aniversario de la muerte de Manuel Belgrano (un político, abogado, economista, periodista, diplomático y militar de la época del virreinato), cuando lanzó la frase “Tenemos descendientes que se convirtieron en afroamericanos”.
En fin, por ahí dicen que el pueblo tiene los gobiernos que se merece, aunque este presidente sí se pasa, ¿no creen?
Sea como fuere, la canción la encuentran en el disco Litto Nebbia & los músicos del centro. También en YouTube, con el mismo nombre.
Grito
“Arriba y adelante” fue la frase que el presidente Luis Echeverría Álvarez lanzó hace ya más de 40 años, pero esta vez era el grito de guerra de un terrorista que amenazaba en un hotel de Reforma, con senda ametralladora en la mano derecha, a los comensales del restaurante. Ya había matado a un mesero.
Llamaron a Tris, quien llegó en menos de diez minutos. El supuesto terrorista seguía diciendo la frase una y otra vez. Ya tenía amagado a un cliente que sostenía del lado izquierdo.
Como siempre, Tris calculó las posibilidades. Sacó su Glock de la pantorrilla antes de entrar en el recinto. El loco seguía repitiendo la frase; estaba a punto de matar a su siguiente víctima.
Tris entró despacio, sin prisa. Antes de que el maleante hiciera algo el policía gritó mientras caminaba decidido: “Arriba y adelante”. Soltó un disparo que fue a incrustarse en la frente del supuesto terrorista. Cayó enseguida.