La elección de seis nuevos gobernadores el año próximo, junto con la consulta de revocación de mandato que desde ahora —a partir del nivel de aprobación y respaldo de la ciudadanía que goza el presidente Andrés Manuel López Obrador— puede darse por superada será el preámbulo de la consolidación de Morena en el plano estatal como el partido mayoritario del país.
De hecho, el movimiento creado por López Obrador podría gobernar en 2022 más de dos terceras partes de los estados del país e incrementar su mayoría en los Congresos estatales.
En efecto, Morena podría pasar de gobernar 17 a 23 estados, con lo que sin duda sería el partido mayoritario del país y el presidente tendría un acompañamiento sólido desde esas gubernaturas durante poco más del último tercio de su gestión.
Sin duda la jornada electoral del 5 de junio de 2022 terminará por dotar a Morena del músculo social que requiere para consolidar la permanencia de la 4T con López Obrador como líder moral en el proceso sucesorio de 2024, en el que hasta el momento se aprecia como punteros a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, con Ricardo Monreal como un espontáneo que hace reiterados esfuerzos para ser tomado en cuenta y que en el peor de los casos participará en la contienda presidencial bajo las siglas de otro instituto político, sin mermar la solidez del voto duro de Morena.
Los votantes de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas elegirán el primer domingo de junio nuevos mandatarios estatales en un escenario en el que no se aprecia lejana la posibilidad del carro completo para Morena.
En detalle, en Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Tamaulipas solo estará en juego la gubernatura; en Durango se renovarán la gubernatura, 39 presidencias municipales, 39 sindicaturas y 327 regidurías; mientras en Quintana Roo se renovará la gubernatura y estarán en disputa 15 diputaciones de mayoría relativa, así como diez de representación proporcional.
Convocatoria
Al momento lo que llama la atención en el panorama es la polémica declaración de Marko Cortés en el sentido de que el PAN solo aspiraba a conservar Aguascalientes y daba por perdidas el resto de las plazas, aunque posteriormente esa posición fue matizada.
Por lo que hace a los eventuales candidatos sobresale la afiliación de Manuel Espino a Morena, con lo que no pocos lo consideran desde ahora como el aspirante más sólido para alcanzar la postulación a la gubernatura de Durango.
En Hidalgo y Oaxaca, gobernados respectivamente por Omar Fayad Meneses y Alejandro Murat Hinojosa, cuyas administraciones han enfrentado algunos problemas, se aprecia la seria posibilidad de que el electorado en general vote por el cambio.
Se quiera o no, el proceso electoral está en marcha, como lo demuestra la convocatoria que emitió Morena el lunes 8 para que los interesados en participar en la elección de candidatos a gobernador en las seis entidades que estarán en disputa se inscriban vía electrónica en su portal oficial.
Indudablemente será por demás interesante dar seguimiento puntual al resultado del registro de los aspirantes que se realizó, de acuerdo a la convocatoria emitida, los días 10, 11 y 12 de noviembre.
La convocatoria establece que las solicitudes de registro aprobadas se darán a conocer a más tardar el 10 de febrero y las candidaturas a gobernador se ratificarán a más tardar el 27 de marzo.
Además se establece que la definición de la candidatura de Morena en cada entidad estará sujeta a eventuales convenios de coalición o alianza con otros institutos políticos.
Un punto destacado en la convocatoria es que prevé la posibilidad de que integrantes de la comunidad migrante se registren y participen en el proceso de selección de candidatos.
Morena ya echó a andar su maquinaría, en tanto que el Frente Opositor (PRI, PAN y PRD) se enfoca por el momento en otros escenarios, quizá porque desde ahora aprecia como estéril pero obligada su participación en una contienda cuyo resultado es más que predecible.