El mapa geopolítico nacional comenzó a reconfigurarse para fortalecer a la 4T y ampliar la esfera de influencia del presidente Andrés Manuel López Obrador: en Sonora, Baja California Sur, Zacatecas y Tlaxcala entraron en funciones gobernadores emanados de Morena.
Y al iniciar noviembre el partido que fundó López Obrador será el instituto político nacional que gobierne el mayor número de estados y, por supuesto, de Congresos locales.
Lorena Cuéllar, Alfonso Durazo, Víctor Manuel Castro y David Monreal son los primeros gobernadores postulados por Morena que asumen el control político de sus respectivas entidades para en lo inmediato con sus acciones replicar la 4T en sus administraciones y alinearse al esquema de país delineado por López Obrador.
Sin duda harán lo propio en su momento, en Baja California, Marina del Pilar Ávila; en Campeche, Layda Sansores; en Colima, Indira Vizcaíno; en Guerrero, Evelyn Salgado; en Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla; en Nayarit, Miguel Ángel Navarro, y en Sinaloa, Rubén Rocha.
Morena será en el corto plazo por mandato popular el partido mayoritario en cuanto a las gubernaturas, si se toma en cuenta que previo a la elección intermedia ese partido ya tenía el control de la Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Baja California, Morelos y Tabasco.
En términos porcentuales, a siete años de su fundación, Morena gobernará a 46% de la población, en tanto que el PRI lo hará a 21%; el PAN, a 18%; Movimiento Ciudadano, 11%, y el Verde Ecologista a 2% de la población.
Con ello queda de manifiesto que gran parte del país se alineará a pie juntillas a las políticas públicas y programas de la 4T.
Congresos
En tanto, en el plano legislativo el bloque opositor dio muestras claras de colaboración tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados al aprobar en menos de 15 días de trabajo diversas leyes, entre las que destacan las relativas a juicio político y revocación de mandato.
Queda claro que la voluntad política que mostró Morena al ceder al PRI la presidencia de San Lázaro durante el primer año de la LXV Legislatura rindió frutos.
Y en términos de estrategia permitió minar la aparente fortaleza del bloque opositor que conforman PRI, PAN y PRD, a la par de exhibir la capacidad de resiliencia de Morena.
Con la modificación del mapa geopolítico nacional es patente que, lejos de debilitarse como resultado de las elecciones intermedias, la influencia de López Obrador se fortaleció.
La baraja política dejó de ser tricolor, azul o amarilla: hoy es preponderantemente guinda.
Aunque el resto de los partidos subsista merced al sistema político nacional, la realidad es que la 4T en este momento predomina en la clase política gobernante.
Los tiempos de esplendor de PRI, PAN y PRD comienzan a formar parte de la historia para dar paso a una nueva era en la que todo indica que Morena dominará el futuro nacional.