Gabriela Salas Cabrera, una joven hidalguense, trascendió las fronteras de su comunidad para convertirse en una figura de inspiración global: su inclusión en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo según la BBC es un testimonio de su incansable labor en la preservación y promoción de las lenguas indígenas, en particular del náhuatl, su lengua materna.
El recorrido de esta mujer de 28 años hacia este reconocimiento internacional es un relato de pasión, determinación y un profundo respeto por sus raíces.
Heredera de una rica tradición lingüística, Salas se vio impulsada por el deseo de proteger y revitalizar el náhuatl, una lengua ancestral que se encontraba en peligro de extinción.
Con una maestría en Tecnologías de la Información y una especialización en Inteligencia Artificial (IA), encontró en la tecnología una poderosa herramienta para preservar y difundir el náhuatl. Su colaboración con Google ha sido fundamental para integrar esta lengua a una de las plataformas de traducción más utilizadas en el mundo. Al hacerlo no solo amplió el alcance del náhuatl, sino que también abrió las puertas para que otras lenguas indígenas encuentren un espacio en el ámbito digital. Ejemplo de ello son las aplicaciones de Google de maya yucateco y otomí queretano.
Es innegable que la iniciativa de esta chica, originaria de la comunidad de Puerto del Caballo, municipio de Chapulhuacán, trasciende la simple traducción de palabras: representa un acto de resistencia cultural y un llamado a la diversidad lingüística.
Al incorporar el náhuatl a un entorno digital global, Salas contribuye a que esta lengua ancestral se mantenga viva y relevante en un mundo cada vez más conectado.
Egresada de la Universidad de Tula-Tepeji, más allá de su trabajo técnico la experta en ciencia de datos e IA es una incansable promotora de la educación y la inclusión. Su compromiso con las mujeres indígenas y su deseo de inspirar a las nuevas generaciones a seguir sus pasos son dignos de admiración. Al demostrar que es posible combinar la tradición con la tecnología, se ha convertido en un modelo a seguir para quienes buscan preservar su identidad cultural y al mismo tiempo participar en la construcción de un futuro más justo y equitativo.
Raíces
Su trayecto comenzó con la participación en una convocatoria para redactar artículos sobre esta lengua indígena, lo que la llevó a ser invitada a diversos congresos y a dar una conferencia en Google México titulada Rescate de lenguas indígenas mediante Inteligencia Artificial.
En un momento crucial, mientras trabajaba en el reconocimiento de imágenes, se enteró de una convocatoria de Google para colaborar en un traductor de náhuatl. Con pasión y dedicación, presentó la información que había recopilado durante años, aportando significativamente a la creación de esta herramienta. Su trabajo no solo surgió del deber, sino de un profundo compromiso con sus raíces y su comunidad.
Gabriela, quien cuenta con una maestría en Tecnologías de la Información y una especialidad en Hematología, además de estar cursando una licenciatura en Matemáticas, ha demostrado que el conocimiento y la identidad cultural pueden converger para lograr grandes cosas. Al enterarse de que el traductor en el que colaboró estaba en funcionamiento, compartió su logro en Facebook, convirtiéndose en un símbolo de orgullo nacional.
Ante las críticas recibidas por su vestimenta tradicional en la conferencia de Google México permaneció firme, recordando las enseñanzas de su madre de nunca avergonzarse de sus orígenes. Para ella el verdadero éxito radica en el orgullo de sus raíces y en romper estereotipos, demostrando que las mujeres indígenas tienen un potencial ilimitado.
Su historia es un testimonio inspirador de cómo la dedicación y el amor por la cultura pueden transformar vidas y marcar una diferencia duradera. Salas no solo ha contribuido al rescate del náhuatl, sino que también ha iluminado el camino para que futuras generaciones de mujeres y hombres indígenas de México encuentren en sus raíces una fuente inagotable de fuerza y orgullo.
Igualmente, es un recordatorio de que la tecnología, cuando se utiliza de manera responsable y creativa, puede ser una fuerza poderosa para el bien. Su legado trasciende las fronteras de su comunidad y nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar la diversidad lingüística y cultural.
Pionero de la traducción automática
Warren Weaver fue un matemático estadunidense, teórico de la informática y estadístico. Nació en Reedsburg, Wisconsin, en 1894 y falleció en New Milford, Connecticut, en 1978. Fue pionero en la propuesta de utilizar ordenadores electrónicos para la traducción de lenguajes naturales.
Su fascinación por el libro de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, lo llevó a una profunda investigación. Tras reunir una colección de 160 versiones de la obra en 42 idiomas diferentes, aprovechando los sistemas de traducción automática que él mismo había desarrollado publicó en 1964 el libro Alicia en muchas lenguas: las traducciones de Alicia en el País de las Maravillas.
Weaver, con un estilo que oscila entre la divulgación y la literatura, diseñó un método para evaluar la calidad de las diferentes traducciones, poniendo especial énfasis en las tonterías, juegos de palabras y bromas lógicas presentes en la escena de la fiesta del té.
Su trabajo fue tan influyente, que otros investigadores continuaron su labor analizando las traducciones de Alicia en el País de las Maravillas en un total de 174 lenguas, utilizando un método muy similar al desarrollado por Weaver.