VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA LAS MUJERES: UN RETO VIGENTE

“Que tanto hombres como mujeres gocen del mismo respeto a sus derechos”.

Claudia Ivett García
Columnas
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Violencia política

El término violencia política de género es aún desconocido por muchos, lo que lo convierte en un tema urgente de discusión. En México es fundamental que todos, como sociedad, nos comprometamos a defender los derechos políticos de las mujeres, ya que su acceso a los espacios de toma de decisiones sigue estando amenazado.

Se requiere recordar que tanto a nivel federal como local los legisladores han trabajado durante años para modificar el marco jurídico en favor de la paridad de género.

Desde 2002 se implementaron acciones afirmativas que garantizan la participación de las mujeres en los cargos de representación. Hoy, en pleno 2024, la paridad de género en las candidaturas es no solo un derecho, sino un mandato constitucional establecido en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.

¿Qué significa, en concreto, la violencia política contra las mujeres? A continuación presento algunas situaciones que ilustran este tipo de violencia, sobre todo para quienes no están familiarizados con el concepto.

Un claro ejemplo de violencia política es la exclusión de las mujeres de los procesos internos de los partidos para contender por las candidaturas a cargos de elección popular. En muchas ocasiones se les cierran las puertas de manera deliberada, impidiéndoles participar.

Otra forma, igual de grave, ocurre cuando a las mujeres que logran acceder a un puesto se les obliga a renunciar bajo amenazas o coacción. Incluso después de haber ganado una elección y tomado posesión del cargo son presionadas hasta el punto de dejar el puesto que legítimamente consiguieron. Esto es algo que como sociedad debemos evitar a toda costa, sobre todo tras las recientes elecciones de junio, cuando nuevas lideresas alcanzaron cargos por medios democráticos.

Responsabilidad

Además, una práctica común de violencia política es permitir que las mujeres compitan solo en aquellos distritos o municipios donde se considera que el partido tiene escasas probabilidades de ganar. Esto limita de manera significativa su participación efectiva.

Por si fuera poco, la falta de capacitación política y de liderazgo para las mujeres también representa una forma de violencia política. No proporcionarles las herramientas necesarias para su desarrollo es, sin duda, un acto de exclusión que no podemos permitir.

Recordemos que por ley los partidos políticos deben destinar al menos 3% de sus recursos para capacitación política de las mujeres, pero año tras año muchos de estos recursos son subejercidos e incluso los partidos llegan a ser multados por estos actos, que también son violencia política.

Como ciudadanos es nuestra responsabilidad garantizar que la democracia en México sea incluyente y equitativa, donde tanto hombres como mujeres gocen del mismo respeto a sus derechos político-electorales.

Aquí continuaremos abordando este tema tan importante, buscando siempre una política libre de violencia. Necesitamos una sociedad que defienda la violencia política cero.