REUBICACIÓN URGENTE

“Estos asentamientos están expuestos a riesgos naturales”.

Laura Quintero
Columnas
URGENTE

Es necesario reubicar las viviendas que se encuentran en zonas de conservación protegidas para evitar la degradación de los ecosistemas, así como la pérdida de biodiversidad, pues generalmente se construyen en esas áreas viviendas precarias y las inclemencias del tiempo provocan deslaves que ponen en riesgo la vida de las personas. Y estamos entrando a la temporada de lluvias.

“A través de un punto de acuerdo estoy exhortando a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México a generar programas en materia de reubicación de viviendas que se encuentran en Áreas Naturales Protegidas (ANP) y en zonas de riesgo donde la población es altamente vulnerable”, dijo el diputado Javier Ramos Franco, coordinador de la Alianza Verde en el Congreso capitalino.

Este momento es oportuno para iniciar algún programa que permita sacar de esas ANP a gran número de familias que llegan ahí por la necesidad de una vivienda, pero por su condición de vulnerabilidad no hay casas sólidas sino muy precarias, lo cual puede fácilmente provocar deslizamientos de tierra y árboles cuando se presentan fuertes aguaceros como los que están por llegar, situación que pone en riesgo sus vidas. ¡A evitarlo!

El legislador del Partido Verde expuso que de “acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), en 2020 se contabilizaron 891 asentamientos humanos irregulares, ocupando un total de tres mil 138 hectáreas de suelo de conservación, lo cual es una extensión importante que se debe cuidar, sobre todo con la escasez de agua que hemos vivido”.

Pues es de vital importancia recuperar esa gran extensión de suelo natural protegido para impedir la erosión; hay que conservar esos recursos para aprovechar los escurrimientos de agua de lluvia; y recordar que construir ahí viviendas implica deforestación para utilizar la madera para hacer fuego y realizar actividades normales del hogar, situación que se debe impedir, lo que solo se logrará con la reubicación de esas familias, por supuesto.

“La presencia de asentamientos humanos irregulares en esas zonas contribuye a la degradación de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y la erosión del suelo, además de que la construcción de viviendas precarias y la falta de gestión adecuada de los residuos incrementan estos problemas. Estos asentamientos están expuestos a riesgos naturales como deslizamientos de tierra, inundaciones y deslaves, debido a su ubicación vulnerable y a la falta de infraestructura adecuada”, puntualizó Ramos.

Y es que con las fuertes lluvias los deslaves son naturales, así como el deterioro de los espacios debido a la vida diaria de las familias, lo que puede provocar lamentables accidentes que se deben evitar, puesto que las familias no ocupan esos lugares porque les guste el peligro: lo hacen por la necesidad de una vivienda, aunque muy modesta, ya que son de muy escasos recursos. ¿O me equivoco?

El bolso de Laura…

Ahora déjeme contarle que esta Legislatura concluye sin pena ni gloria, más bien dejando mucho a deber a los ciudadanos, que son quienes no vieron los beneficios prometidos, pues quedan en la congeladora varios cientos de iniciativas que irán a parar al cesto, pues es muy difícil que se retomen puesto que de no dictaminarse en el periodo establecido ya son desechables. ¡Lástima de esfuerzo!... Por lo pronto, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) definió a los integrantes de la Comisión Permanente y la Mesa Directiva, así como el calendario de sesiones de este segundo receso del tercer año de ejercicio de la II Legislatura. En la presidencia sigue la diputada panista Gabriela Salido Magos, mientras las vicepresidencias serán ocupadas por el diputado morenista Gerardo Villanueva Albarrán y la diputada priista Tania Nanette Larios Pérez. ¡Veremos si rinde frutos!...