TRUMP, EL ENIGMA A RESOLVER

“Múltiples realidades, dependencias y problemáticas”.

Columnas
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Donald Trump Enigma

La reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos inaugura una etapa en la geopolítica y sobre todo de la relación con México. Aquí algunos puntos de reflexión.

La lucha derecha vs. izquierda en el continente. Las últimas dos décadas han significado un avance muy importante para la izquierda en América Latina ya que los triunfos en Brasil, Chile, Colombia y, de manera muy especial, en México son un fuerte golpe a la política neoliberal y a las derechas que habían predominado en el continente; sin embargo, los triunfos de Milei, Bukele y ahora Trump ponen de regreso a las ideologías de derecha y los nuevos nacionalismos. Trump llega con un amplio bono democrático, pero también con una exigencia de resultados de su electorado, por lo que deberá definir rápidamente una serie de cuestiones clave: ¿qué postura tendrá frente al bloqueo y las sanciones económicas a Rusia: las mantendrá?, ¿seguirá apoyando a Ucrania frente a Rusia?, ¿mantendrá la guerra comercial con China?, ¿combatirá el libre comercio?, ¿cancelará tratados y aumentará aranceles?, ¿descuidará la política internacional y se concentrará en la política interna?

En la relación con México se plantean tres grandes temas: la lucha conjunta contra el narcotráfico, el fenómeno de la migración y la revisión del tratado de libre comercio. Sus jugadas de saque son la declaratoria de los cárteles mexicanos como grupos terroristas y con ella la posibilidad de llevar a cabo operaciones militares en territorio mexicano; una política de deportación masiva de personas indocumentadas, la cancelación de la nacionalidad por nacimiento a las personas nacidas en EU hijos de personas indocumentadas, y una política proteccionista que incluye la creación de aranceles.

Teatralidad

No es sencilla la aplicación a rajatabla de esas políticas sin que implique una serie de crisis internas en Estados Unidos; no hay manera de generar una política interna norteamericana sin la colaboración conjunta de México; hay tres mil 152 kilómetros de frontera que no pueden desconocerse con sus múltiples realidades, dependencias y problemáticas; los cárteles de la droga se han infiltrado en la sociedad y la economía norteamericana y no se puede trasladar al gobierno mexicano la responsabilidad de que la droga que se consume en EU no llegue: ha fracasado su política de combate a las adicciones, han caído en su propia trampa y ahora se dan cuenta de que no pueden controlar el consumo; si no hay una coordinación y colaboración con México van a perder la guerra contra el fentanilo.

En el caso de la migración es evidente que una de las fortalezas de la economía norteamericana es contar con una mano de obra de alta calidad y a bajo costo; la migración no se detiene por decreto, cerrando fronteras o deportando migrantes: se requiere generar un desarrollo económico en las zonas de expulsión. Sin colaboración, México podría permitir la llegada de miles o millones de migrantes a la frontera con EU y no habría muro o migra que los detuviera.

Tampoco Estados Unidos puede darse el lujo de desdeñar el libre comercio de América del Norte, menos cuando China encarna su principal riesgo comercial; los aranceles representan una afectación al consumidor norteamericano; lo que están demandando los estadunidenses es crecimiento económico.

A Trump le gusta la lucha libre y un principio básico de ese deporte es saber cuándo el golpe es en serio y cuándo es parte del show; sabe utilizar la teatralidad para mantener el protagonismo, pero gobernar requiere más que espectáculo.