Durante toda su existencia la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) ha estado perseguida por la corrupción. Ha sido el organismo perfecto para la práctica de malas mañas.
Pero fíjese que lo que nunca había ocurrido en la Conade ocurrió en días pasados y gracias a su titular: Romel Pacheco.
Resulta que Romel aprovechó cámaras y micrófonos para manifestar que buscará transparentar a la Conade. En otras palabras: compartirá las formas de cómo, en qué y dónde se utilizarán los recursos económicos que se destinarán a dicho organismo.
¿Cuándo usted y yo íbamos a imaginar que uno de los entes más corruptos del gobierno pasado presumiría de transparencia? Por lo menos a mí estas intenciones de Pacheco me dejan con sensaciones positivas, pero a la vez se me hace rara la postura.
Así, entonces, muero de ganas de saber cuál será el mecanismo que ejecutará el titular de la Conade para demostrar que no se robarán un solo centavo de los recursos que le destinarán y que derivan de los impuestos que usted y yo pagamos de manera puntual.
Por cierto, yo sé que últimamente he escrito mucho acerca de la Conade y le digo que no está de más, porque de ahí se fugaron en meses pasados más de 300 millones de pesos; y hay quienes aseguran que más bien fueron 500 millones.
A propósito….
Y ya que estamos en temas de transparencia y en medio de un gobierno que presume de castigar el pasado corrupto, no estaría de más, querido Romel Pacheco, que dentro de la dinámica que propones, con un sentido leal y transparente, revises el cochinero que te heredaron.
Que te eches un clavadito a los archivos de investigación de la Secretaría de la Función Pública (SFP), de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y de la propia Fiscalía General de la República (FGR) para que des cuenta de lo que detectaron en cuanto a desvíos de recursos por parte de la administración anterior y, en caso de confirmarlo, lo reportes a las autoridades correspondientes y se imponga un castigo ejemplar a la responsable.
Mientras eso ocurre, estimado Romel, aplaudo las buenas intenciones que tienes hacia la Conade, reconociendo al mismo tiempo que has logrado en apenas un par de meses de gestión cambiar un poco el clima entre los deportistas. Lo noté más ligero y amigable en la entrega del Premio Nacional de Deportes.
Los deportistas te empiezan a creer, Romel.
¡No les falles!