“SEGUIREMOS ELIMINANDO ESTA BASURA”: KRISTI NOEM

“Una plena asunción del racismo y la xenofobia”.

Javier Oliva Posada
Columnas
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Kristi Noem

Así escribió en su cuenta de X, durante una redada el martes 28, en Nueva York, la titular ni más ni menos que del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland, mal traducido como “Nacional”).

Esta importante dependencia del gobierno federal inició actividades el 25 de noviembre de 2002 como resultado de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington DC. Agrupa, coordina y dirige los trabajos de 17 agencias de seguridad e inteligencia civiles. Solo la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y el complejo de Inteligencia Civil-Militar no se encuentran bajo su jurisdicción.

Dos términos o vocablos de la afirmación deben subrayarse por la gravedad que implican, ya que no se trata de una declaración espontánea: fue una nota redactada, por lo que tiene un mayor nivel de reflexión (es un decir) e intención.

Eliminar, refiriéndose a seres humanos, no es otra cosa que asesinarlos (justo en el contexto del 80 aniversario de la liberación de los detenidos en el Campo de Auschwitz); también implica que de alguna forma física exterminar, desaparecer de una u otra manera la presencia, en este caso de inmigrantes en calidad de ilegales para las leyes de Estados Unidos.

Por lo que hace a la clasificación de basura aplicada también a seres humanos, nos remite a la consulta del Diccionario de la Lengua Española para encontrar desagradables sinónimos como desperdicio, inmundicia y otros.

Como sucede con funcionarios seducidos por la visibilidad, mediática y protagonismo de sus cargos, la señora Kristi Noem aparece en tomas de redadas callejeras portando un llamativo chaleco antibalas dando órdenes en voz alta aquí y allá. Desde luego que cada gobierno, en uso de sus irrenunciables facultades para el libre ejercicio de su soberanía, puede dictar y aplicar las leyes que considere necesarias. No obstante, lo anterior de ninguna manera implica que para el caso del control de la migración considerada como ilegal puedan vulnerarse/afectar la integridad física, moral, sicológica y patrimonial de las personas expulsadas sin ningún recato o consideración, tal como es el caso aquí abordado.

Perfiles

Esas despectivas alusiones a los migrantes ilegales por parte de autoridades e integrantes del gabinete presidencial de Estados Unidos conducen, e incluso forman parte de una andanada xenofóbica, ya sean residentes legales o no, y que pertenezcan a otra raza que no sea la anglosajona.

Basta una simple revisión de los perfiles de los titulares de los principales despachos de la nueva administración en el país vecino del norte para constatarlo. No hay duda de que se observa una plena asunción del racismo y la xenofobia como bases ideológicas y sociales de un gobierno fincado en las redes digitales de comunicación, en el apoyo de los empresarios más ricos del mundo, así como la identificación de los sectores del electorado con el aislamiento y desconfianza a lo diferente o procedente del exterior.

Tal como lo sostiene el formidable filósofo búlgaro-francés Tzvetan Todorov en su indispensable libro Los enemigos íntimos de la democracia, esta puede ser destruida bajo sus mismos procedimientos y valores.

El racismo y la xenofobia están firmemente plantados en el pernicioso árbol de los prejuicios, que cuenta con el abundante abono de la ignorancia. El peligro estriba en que cuando a una persona se le puede caracterizar en esas prácticas y a la vez detenta un inmenso poder político, las puertas para la crispación, la polarización y en ocasiones la violencia (física, verbal, sexual, laboral, entre otras) impiden que se articule uno de los bienes más preciados de la democracia liberal: la pluralidad y la tolerancia.