Greta Gerwig, la talentosa directora y guionista de la última versión de Little Women, Lady Bird y Frances Ha, ha dejado huella en la industria cinematográfica con su estilo único y narrativas refrescantes con perspectiva de género. Su última película, Barbie, captura la atención de críticos y audiencias por igual, no solo gracias a su espectacular campaña de marketing, sino también como propuesta fílmica, ofreciendo mucho más de lo que muchos podrían esperar de una película con base en una famosa muñeca de moda.
Desde el primer fotograma Gerwig nos envuelve en un mundo visualmente impresionante, donde la paleta de colores y el diseño de producción nos transportan a un universo lleno de encanto y fantasía.
Es innegable que su habilidad como directora brilla en cada escena, logrando que la película sea un festín visual para todos los espectadores.
Pero lo que realmente destaca en Barbie es la manera en que Gerwig aborda temas feministas de manera sutil, pero poderosa. La protagonista, que interpreta con carisma y convicción Margot Robbie, es presentada como una mujer segura de sí misma, dispuesta a desafiar los estereotipos y cuestionar las imposiciones culturales que se le presentan como mujer.
El guion, escrito por Gerwig y su esposo, el también director Noah Baumbach, destaca por su originalidad. El filme nos presenta una narrativa cautivadora y emotiva en la que el mensaje feminista cobra un papel protagónico al desafiar, con humor, las expectativas asociadas con la feminidad. La película trasciende las convenciones típicas del género gracias a la visión matizada y contemporánea que ambos guionistas aportan a la historia.
Mérito
No todo brilla. Aunque la película ofrece un mensaje feminista valioso y una dirección admirable, habría sido aún más impactante si hubiera explorado en mayor profundidad la complejidad de algunos personajes secundarios y desafiado de manera más audaz los estereotipos culturales. Además, una mayor sorpresa en la trama habría elevado aún más la experiencia cinematográfica, evitando ciertos momentos previsibles que pudieron haber restado algo de emoción a la historia.
A pesar de estos aspectos, Barbie sigue siendo una película de llegada masiva que entretiene y además logra hacernos pensar. Y eso tiene su mérito.
Así, Greta Gerwig demuestra una vez más su habilidad como cineasta. Su enfoque en el empoderamiento femenino y su destreza para crear un mundo visualmente cautivador hacen que esta película sea una opción ideal para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica a la vez divertida, estimulante y significativa.
La directora deja su marca en Barbie, convirtiéndola en una película que trasciende más allá de la muñeca de moda y se convierte en una obra poderosa y relevante para todos los públicos.