PRISCILLA, UNA VISIÓN ÍNTIMA DE SU TRAVESÍA CON ELVIS PRESLEY

“Dirección meticulosa, actuaciones sobresalientes y narrativa envolvente”.

Francisca Yolin
Columnas
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ELVIS PRESLEY PELÍCULA

La directora Sofia Coppola es reconocida por su enfoque personal y en su última cinta, Priscilla, nos sumerge explorando un hilo temático que ha marcado su carrera: la cautividad y el aislamiento.

En esta ocasión Coppola nos lleva a través de la historia de Elvis Presley y Priscilla Beaulieu, centrando su narrativa en la perspectiva de Priscilla y basándose en sus memorias.

La cinta se sostiene en buena parte por la colaboración entre Coppola, el director de fotografía Philippe Le Sourd y la editora Sarah Flack, quienes crean un mundo de superficies hermosas y serenas.

Desde la modesta habitación en Alemania hasta las ostentosas estancias en Graceland, somos testigos de la vida de una Priscilla que, lejos de casa, encuentra en la atención de Elvis una experiencia emocionante.

La película evita juicios fáciles sobre la relación, presentando la perspectiva de ella y permitiendo que el espectador se adentre en la complejidad de sus sentimientos.

Otro punto fuerte del largometraje son las actuaciones. La trama se desarrolla con Cailee Spaeny ofreciendo una actuación magistral, capturando la esencia de Priscilla desde la adolescencia hasta la adultez.

Jacob Elordi interpreta a un Elvis más suave y vulnerable, mostrando facetas menos conocidas del legendario cantante.

Complejidad

La narrativa, hábilmente construida por Coppola, nos sumerge en la vida de la pareja, explorando sus sueños individuales y la complejidad de sus aspiraciones. A medida que la relación progresa, las decisiones de Elvis, desde su carrera cinematográfica hasta su manejo de la fama, se entrelazan con la creciente desesperación y aislamiento, presentando una perspectiva con matices sobre la tragedia del icono.

El filme destaca momentos clave en la vida de Presley, como su incursión en la espiritualidad y su experimentación con drogas sicodélicas, ofreciendo una visión más completa y matizada del hombre detrás del mito.

La elección de Coppola de omitir la consumación de la boda entre Elvis y Priscilla, aunque desconcertante, refleja posiblemente la delicadeza al tratar con la figura de Priscilla Presley, quien también es productora ejecutiva de la película. Al concluir, la historia revela la paradoja de la liberación de Priscilla gracias a la creciente prisión que vive Elvis en su propia fama, y ofrece un cierre conmovedor.

Como era de esperarse, Coppola nos da una obra cinematográfica que va más allá del retrato superficial del icono musical y lo que se conoce de la relación con Priscilla, explorando la complejidad de las relaciones personales y los efectos devastadores de la fama desmedida.

Con una dirección meticulosa, actuaciones sobresalientes y una narrativa envolvente, la película cautiva al espectador, desafiándonos a reflexionar sobre la naturaleza efímera de los sueños y la paradoja de la libertad en el mundo de las estrellas.