Presidenta Claudia Sheinbaum, por medio de este trabajo editorial me permito felicitarla por haber asumido su cargo como primera mandataria de este país. Debo reconocerle que, más allá de si comparto o no con las formas e ideología del partido al que representa, me genera sensaciones positivas verla a usted como presidenta; y más cuando estamos en medio de una sociedad con un distintivo machista.
Escuché de principio a fin el discurso que dirigió a la nación en su toma de protesta. De ese discurso yo destaco los siguientes objetivos a cumplir en su gestión: república segura y con justicia; república sana; república con trabajo y salario justo; república lectora y cultural; y república honesta, libre, participativa y responsable.
Estos puntos que planteó, presidenta, sin duda son clave para el buen desarrollo de una nación, pero para cumplir con ellos se necesita partir de una base: tener una sociedad sana en cuerpo y alma; fuerte física y mentalmente. Vamos, para acabar pronto, necesitamos mexicanas y mexicanos que desde el origen orientativo y/o educativo sepan que el deporte es un vehículo sumamente efectivo para generar núcleos sanos. El no tener al deporte como aliado en la sociedad mexicana es muy peligroso.
Me voy a permitir dejarle una estadística que me generó escalofríos: 74% de las y los adolescentes mexicanos en conflicto con la ley tuvieron contacto con grupos delictivos en sus comunidades y su promedio de edad va de doce a 15 años. Por cierto, la gran mayoría de estos jóvenes lograron estudiar la primaria.
Espacios seguros
Por otro lado, ahora que están de moda las entrevistas a delincuentes desde sus prisiones en México, notará, presidenta, que hay un común denominador: la mayoría de los delincuentes, que no llegaban ni a los 18 años antes de cometer sus delitos, establecen que el deporte nunca fue parte de sus vidas. A veces, créame, solo es necesaria una cancha de futbol, pero sobre todo que en las escuelas públicas esa materia llamada Educación Física tenga una presencia más importante en la vida académica de los niños y niñas.
Hoy, y desde siempre, la Educación Física en las escuelas públicas mexicanas es casi una caricatura de asignatura. Siempre está al último, como relleno; y no debería ser así. Volteemos a ver a los países de Primer Mundo, donde la Educación Física es indispensable en la educación de los niños y niñas, esos que crecerán con la motivación de saber ganar y con el aprendizaje que dejará la derrota. Vamos, es un tema de equilibrio mental en la vida de quienes le darán sentido a una nación.
Señora presidenta Claudia Sheinbaum: el deporte en un país como el nuestro es extremadamente fundamental. A veces, en los rincones más vulnerables solo se necesitan de espacios seguros para promover la cultura del deporte y con ello, probablemente, algunos que ocupan ese lugar decidirán darle sentido a sus vidas practicando alguna disciplina… y no robando.
Esta, presidenta, es simplemente una sugerencia de un ciudadano que como usted está preocupado por el buen estado de su país. Sé que serán seis años de mucho trabajo en los que de verdad espero que el deporte se distinga como una herramienta clave para un México seguro, saludable y con áreas de oportunidad.
¡Mucho éxito, presidenta!