PLANTA LUPINUS, EFICAZ LARVICIDA CONTRA EL DENGUE

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Larvicida contra el dengue

Los larvicidas son un tipo de insecticida que se usa para el control de los mosquitos en espacios interiores y al aire libre. Algunos se activan cuando los ingieren los mosquitos y otros funcionan cuando entran en contacto con las larvas.

Se pueden aplicar a mano en pequeños cuerpos de agua en el jardín y en la comunidad. Hay en discos sumergibles, tabletas, trozos, bolitas, gránulos, briquetas… Estos tipos de larvicidas se aplican también en zonas en las que los mosquitos ponen huevos.

Las autoridades sanitarias y las empresas del ramo aplican larvicidas para el control de mosquitos mediante fumigadores portátiles, camiones o aeronaves, según el tamaño del área afectada. Una importante cantidad de larvicidas están hechos con sustancias naturales.

Precisamente con algunos de estos larvicidas se ha tratado de controlar el desarrollo de la etapa larvaria de los mosquitos Aedes aegypti, vector transmisor del virus del dengue, patología que en el último año afectó la salud de alrededor de 280 mil personas en México.

Sin embargo hoy el vector ha desarrollado resistencia a los insecticidas, lo cual obedece a que las condiciones para su desarrollo se han modificado favorablemente por el aumento de las temperaturas y lluvias atípicas, ambos fenómenos relacionados con El Niño y con el cambio climático, la urbanización no planificada y la falta de estrategias efectivas para garantizar el involucramiento de la población afectada en las medidas de control.

Con relación a esto último la directora y científica del Centro de Productos Bióticos, Kalina Bermúdez Torres, lidera al grupo de investigadores politécnicos que obtuvieron una patente por descubrir que la planta Lupinus (leguminosa), la cual crece en regiones templadas del país, contiene compuestos naturales (alcaloides quinolizidínicos) con los que se logra controlar el desarrollo de la etapa larvaria de los temidos mosquitos Aedes aegypti señalados como los causantes del dengue.

La importancia de este hallazgo es por el aumento de los casos confirmados tanto en México como a nivel mundial. Simplemente, aquí se cuadruplicó la tasa de personas infectadas entre 2022 y 2023. Y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2023 fue el año de mayor registro de casos de dengue en el continente americano, mientras que la situación de alta transmisión se ha extendido a 2024, razón por la cual se emitió un comunicado de alerta epidemiológica continental.

Cabe recordar que el virus del dengue (DENV) pertenece a la familia Flaviviridae, conformada por cuatro serotipos denominados del DENV1 al DENV4. Solo se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados, por lo que el contacto estrecho con una persona que lo padece no supone un riesgo.

Freno

Sin un tratamiento concreto contra el dengue la única manera de frenar la proliferación incontrolable de este mal es por la vía seguida por la doctora Bermúdez, que pone énfasis en que la hembra es la que transmite el virus causante del dengue, pues necesita una ingesta de sangre para el desarrollo de los huevos, que son puestos en reservorios de agua limpia, motivo por el cual es de vital importancia que la población incorpore medidas de control del mosquito, como cubrir los recipientes con agua, sobre todo en zonas donde está presente el insecto.

Aunado a esto, la investigadora del IPN tiene evidencia científica de que los alcaloides quinolizidínicos de una de las especies de lupino silvestre que crecen en nuestro país (Lupinus bilineatus) tiene un efecto larvicida sobre el vector del dengue. Así las cosas, los alcaloides inhiben la muda de estos insectos, por lo que no pueden desarrollarse y quedan en estado larval, lo que hace que por un lado no se desarrollen a adultos y, por el otro, que permanezcan en el agua y puedan ser controlados más fácilmente.

De hecho, la patente obtenida por la doctora Bermúdez y su equipo es por demostrar que los alcaloides quinolizidínicos tienen un efecto larvistático y además propician mortalidad en el mosquito Aedes aegypti, una aportación a todas luces innovadora.

Una vez encontrada esta sustancia natural (alcaloides quinolizidínicos), el siguiente paso del equipo de la doctora Bermúdez fue producir encapsulados que actúen durante la etapa larval del insecto. El propósito es aumentar la eficacia de estos y permitir un control sobre la eliminación de los mosquitos. La ventaja de pensar en el encapsulado es la de almacenar por más tiempo los alcaloides y que no se degraden. Además, se logra que sean liberados de manera controlada.

La contribución de Bermúdez contra el dengue es fundamental, ya que se trata de una enfermedad que ha dejado de ser exclusiva de las áreas tropicales y subtropicales del planeta y ahora también se encuentra ya en lugares templados. Los síntomas aparecen de cuatro a diez días después de recibir la picadura, aunque pueden ser confundidos con los de Covid-19. Pero en función de las condiciones de higiene de la zona o del acceso a los servicios de salud la enfermedad puede empeorar y llegar a ser mortal, lo que se denomina clínicamente dengue grave, fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de choque del dengue.

Igualmente, la doctora en Ciencias por la Universidad Federico Schiller de Jena, Alemania, está en favor de campañas integrales de difusión para combatir el dengue, es decir, promovidas no solo en el sector salud, sino que también sean parte de la educación ambiental en las escuelas.

Se trata de una enfermedad que prolifera en aguas estancadas, que son más habituales en zonas de pobreza extrema. Y esto, sumado a un escaso acceso a atención médica, no solo se convierte en un problema de salud pública, sino también de desigualdad social.

Síntomas del dengue

Con el dengue los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, por lo que disminuye la cantidad de plaquetas en el torrente sanguíneo. Los signos de advertencia son:

• Dolor intenso de estómago.

• Vómitos persistentes.

• Sangre en la orina, las heces o los vómitos.

• Sangrado de las encías o la nariz.

• Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un moretón (hematoma).

• Dificultad para respirar o respiración rápida.

En caso de presentar un cuadro como tal se debe acudir al médico inmediatamente, ya que aun cuando no existe un tratamiento concreto para el dengue el dolor muscular producido por la infección se puede aliviar con medicamentos.