AISLADA PERCEPCIÓN

Daniela Suárez
Columnas
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Soledad

¿Por qué, en general, se rehúye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.

Carlo Dossi

Desde hace mucho tiempo sostengo que no es lo mismo estar solo que estar en soledad. Sin duda el estar solo puede ser difícil, aburrido, abrumador, complicado y complejo, pero una vez que se aprende llega a ser algo muy satisfactorio, ya que significa que podemos estar con una gran compañía: nosotros mismos.

También el estar solos puede ser algo aislante y demoledor si no somos capaces de aprovechar el estar con nosotros mismos, pero ahora resulta que todo también depende de cómo lo percibimos. Enmarcar el tiempo a solas como “tiempo para mí” y no como “aislamiento” aumenta el bienestar emocional, incrementa el afecto positivo y mejora las creencias sobre la soledad, reveló un nuevo estudio publicado en Cognition and Emotion.

Pasar tiempo a solas es una experiencia común que puede ser beneficiosa o perjudicial para el bienestar, dependiendo de cómo la percibamos.

A decir verdad, aunque la soledad puede proporcionar oportunidades de relajación y autorreflexión, también puede provocar sentimientos de soledad e incomodidad si es que no sabemos hacernos nuestra propia compañía.

La forma en que las personas enmarcan sus experiencias desempeña un papel crucial en la configuración de las emociones, la toma de decisiones y las interacciones sociales. Por ejemplo, se ha comprobado que las elecciones lingüísticas influyen en la percepción y las respuestas emocionales en diversos contextos, desde la gestión del estrés hasta el comportamiento del consumidor. Sin embargo, un estudio apenas investigó si el lenguaje puede influir en la forma en que las personas experimentan el tiempo a solas.

Etiquetas

Los expertos Micaela Rodríguez y Scott W. Campbell examinaron cómo los diferentes términos utilizados para describir el tiempo a solas como “tiempo para mí” o “aislamiento” afectan a las percepciones, emociones y comportamientos de las personas durante las experiencias de soledad.

A través de un estudio mil 500 adultos estadunidenses recibieron una de cinco etiquetas describiendo tiempo a solas: “tiempo para mí”, “tiempo a solas”, “soledad”, “estar solo” o “aislamiento”. Evaluaron su término asignado en distintas dimensiones, incluyendo qué tan positivo o negativo lo sentían, su impacto percibido en el bienestar y si proactivamente buscaban o evadían este tipo de soledad.

Además, los participantes proporcionaron descripciones abiertas de sus experiencias y asociaciones con el término asignado. Los resultados revelaron diferencias significativas en cómo las personas evaluaban las etiquetas distintas para el tiempo a solas.

“Tiempo para mí” fue evaluado de manera positiva y deseada consistentemente, los participantes lo consideraban beneficioso para el bienestar y algo que buscaban activamente. Por el contrario, “aislamiento” se percibía como el menos deseable, aunque no se consideraba intrínsecamente negativo. Las otras etiquetas, como “tiempo a solas”, “soledad” y “estar solo” se situaron en un punto intermedio: la soledad se consideró en general entre neutra y positiva, mientras que estar solo era ligeramente menos atractiva.

Las respuestas cualitativas reforzaron aún más estos resultados, ya que los participantes asociaban el “tiempo para mí” con el autocuidado, la relajación y el disfrute, mientras que el “aislamiento” tenía connotaciones de exclusión social y soledad.

Si bien este estudio únicamente se limita a personas estadunidenses, sin duda brinda una luz nueva al poder que tiene el lenguaje de moldear experiencias sicológicas y ofrece una pequeña ventana de oportunidad de cómo se puede mejorar la idea de la solitud.

Y tú, ¿disfrutas de estar solo?