Ningún jugador es tan bueno como todos juntos.
Fue en 1896, entre los días 6 y 15 de abril en Atenas, Grecia, cuando dio principio la nueva era de la justa deportiva olímpica: en esa antigua ciudad se iniciaron las primeras olimpiadas.
Es sabido por todos que fue el barón de Coubertin quien fundó el Comité Olímpico Internacional para poder llevar a cabo los juegos fuera de los muros de Grecia, pero no todo ha sido miel sobre hojuelas y hay varios pasajes históricos que han empañado esta famosa prueba deportiva.
Por ejemplo, en 1908 el corredor John Carpenter bloqueó al competidor británico Wyndham Halswelle en los 400 metros y fue descalificado. Se intentó hacer una nueva carrera, pero otros dos competidores estadunidenses se negaron en señal de protesta. Como resultado, Halswelle ganó, siendo el único atleta en ganar una medalla de oro en una competencia en la que fue el único participante.
A Jim Thorpe le arrebataron en 1912 sus medallas en pentatlón y decatlón moderno por haber cobrado anteriormente en una liga de beisbol local de Estados Unidos, en 1909, dos dólares por un trabajo “profesional”. Fue hasta 1983 que le fueron devueltas, pero Jim ya estaba muerto.
Paavo Nurmi, un corredor de fondo, ganó nueve medallas de oro entre 1920 y 1928, pero en 1932 le prohibieron competir alegando que no era amateur tras recibir dinero en una carrera en 1925.
Para 1956, en Melbourne, un partido de waterpolo acabó cuando a la estrella húngara Ervin Zador le dieron un madrazo en la cara y llenó de sangre la alberca. Su agresor, Valentín Prokopov, acabó convirtiéndose en un símbolo de las tensiones políticas de la época.
En 1968 George Foreman, después de ganar en boxeo de los pesos pesados, sacó una pequeña bandera estadunidense y sus críticos lo acusaron de traidor a su raza, pues algunos de sus compañeros hicieron en cambio el saludo del “poder negro” durante el himno de Estados Unidos.
A Boris Onishchenko lo corrieron en 1972 a su casa en Rusia por hacer trampa en esgrima, ya que descubrieron un sistema de cables que hacían registrar a su arma golpes sin tocar a su oponente.
En 1988 Ben Jonson fue despojado de su medalla en la carrera de los 100 metros por salir positivo por esteroides anabólicos. Había realizado la prueba en 9.79 segundos. Esa medalla se la dieron a Carlton Lewis.
Aquel mismo año Greg Louganis se golpeó la cabeza en el trampolín, pero eso no fue el problema: Greg no mencionó que tenía sida hasta después de siete años; todo para que lo dejaran competir.
En 2008, en las Olimpiadas de Pekín, el taekwondista cubano Ángel Matos golpeó con una patada al árbitro porque no le gustó ser descalificado en el combate por el tercer puesto. Por lo tanto, nunca más en su vida puede competir en eventos internacionales.
Oscar Pistorius, el atleta que compitió con dos piernas amputadas contra atletas con todas sus extremidades, llegó a ser una inspiración para muchos, pero esta fama se esfumó cuando le disparó a su novia y la mató.
Entre 2014 y 2021 se criticó a Rusia porque organizó un sistema de dopaje, además de la manipulación de muestras en los juegos de 2012 y 2014. El COI expulsó a esa nación de los juegos de Tokio. Sus atletas compiten este año bajo las siglas ROV (Comité Olímpico Ruso).
El Tibio Muñoz
En una competencia, cuando Tris era un chamaco, ganó el primer lugar en Taekwondo en el gimnasio Juan de la Barrera. El premio le fue entregado por el campeón olímpico que hizo vibrar a todo México al ganar la carrera de natación de 200 metros en la modalidad pecho. Para Tris, quien había oído hablar del campeón, fue como recibir una medalla en los Juegos Olímpicos.