El miedo no anda en burro.
El gabinete del doctor Caligari es una película de terror alemana de 1920, considerada una de las obras maestras del cine expresionista. Dirigida por Robert Wiene, la historia gira en torno de un misterioso doctor que presenta un espectáculo en una feria, donde muestra a un sonámbulo llamado Cesare, quien puede predecir el futuro.
A medida que avanza la trama se desatan una serie de asesinatos en la ciudad y el protagonista, Francis, intenta descubrir la verdad detrás de estos crímenes.
Esta se considera la primera película de terror sicológico que se llevó a cabo, enmarcada en el expresionismo alemán, que no es otra cosa que el movimiento que retrató cómo se sentía la gente después de haber pasado una depresión económica y lo que en aquella época se llamó La Gran Guerra, mostrando el horror entre las dos guerras.
La película es famosa por su innovador uso de decorados distorsionados y sombras dramáticas que crean una atmósfera inquietante y surrealista. Además, aborda temas como la locura, la manipulación y la percepción de la realidad, lo que la convierte en una obra rica en simbolismo y significado.
El gabinete del doctor Caligari no solo es un hito en la historia del cine, sino que también ha influido en numerosos géneros y directores a lo largo de los años. Su estilo visual y narrativa única le han asegurado un lugar especial en el corazón de los amantes del cine. Si te gusta el cine clásico o el horror sicológico, definitivamente vale la pena que la veas. ¡Espero que disfrutes de la experiencia!
En este sentido Nosferatu, dirigida por F. W. Murnau, es una de las películas más icónicas del cine mudo y un hito en el género de terror. Basada libremente en la novela Drácula, de Bram Stoker, la película cuenta la historia de Jonathan Harker, un joven agente inmobiliario que viaja a Transilvania para cerrar un trato con el misterioso Conde Orlok. Desde el principio la atmósfera es inquietante, con paisajes sombríos y una cinematografía innovadora que utiliza sombras y luces para crear un sentido de horror.Max Schreck, quien interpreta al Conde Orlok, ofrece una actuación memorable y perturbadora, convirtiéndose en un icono del cine de terror. Su apariencia, con orejas puntiagudas y dientes afilados, redefine la imagen del vampiro en la cultura popular. La película no solo es notable por su estética visual, sino también por su uso de la música y el ritmo, que intensifican la tensión a lo largo de la narrativa.Nosferatu se considera también una obra maestra del expresionismo alemán y su influencia se siente en innumerables películas de terror posteriores. A pesar de los desafíos legales que enfrentó debido a la infracción de derechos de autor, la película ha perdurado como un clásico atemporal.La nueva versión de Nosferatu, que dirige Robert Eggers, es una reinterpretación moderna del clásico de 1922. Si bien aún no se estrena oficialmente, se anticipa que mantendrá la esencia del original mientras incorpora elementos contemporáneos y una narrativa más profunda. Eggers es conocido por su estilo visual distintivo y su atención al detalle, lo que sugiere que esta nueva adaptación explorará temas de horror sicológico y la naturaleza del mal de una manera innovadora.Se espera que la película cuente con un elenco talentoso, incluyendo a Bill Skarsgård como el Conde Orlok y a Lily-Rose Depp en un papel protagónico. La nueva versión promete no solo rendir homenaje al clásico, sino también ofrecer una experiencia fresca y aterradora para las nuevas generaciones.En resumen, El gabinete del doctor Caligari y Nosferatu de 1922 son pilares del cine de terror que han dejado una huella indeleble en la historia del cine y han sido reinterpretadas innumerables veces.
Lo más rescatable de las dos es que hicieron que la industria cinematográfica explotara el miedo, llevándolo hasta sus límites. Cuentan las malas lenguas que las dos películas causaron gran impacto en la gente que las vio. Esperemos que la nueva versión cumpla con el objetivo, que es sin duda el de soltar adrenalina a más no poder. Yo no me la pierdo por nada.
El vampiro
Llegó a su casa en la colonia Polanco. Iba vestido de frac, camisa de palomita blanca y una medalla colgada en una pechera roja al estilo de Germán Robles, con su capa negra y fondo de satín rojo. Gustaba de dormir al estilo de Boris Karloff, metido en un ataúd. Tenía la intención de llegar a dormir en él pero su mayordomo notó que traía la boca llena de sangre y preguntó inocentemente:
—Maestro, ¿estuvo bien la sangre?
—Cómo serás estúpido, ¡me di un banquetazo!
—Por eso, maestro, ¿estuvo bueno?
—No, pendejo: me caí y me pegué con la banqueta.