El jueves hacia el mediodía, en el Museo Interactivo de Economía, interesante sede a propósito de las especulaciones respecto de la estabilidad de las finanzas del país en la ruta del cambio de gobierno, la candidata triunfadora de las elecciones presidenciales, Claudia Sheinbaum, dio a conocer los primeros seis nombres de quienes la acompañarán en su gabinete.
De forma cuidadosa, se designó a tres mujeres y a tres hombres. A saber, Rosaura Ruiz Gutiérrez será titular de la nueva Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación; Alicia Bárcena Ibarra, actual secretaria de Relaciones Exteriores, será titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; y Ernestina Godoy Ramos se desempeñará a partir del 1 de octubre como titular de la Consejería Jurídica de la Presidencia.
También fueron designados Juan Ramón de la Fuente, como futuro secretario de Relaciones Exteriores; Marcelo Ebrard Casaubón, quien estará al frente de la Secretaría de Economía; y Julio Berdegué, próximo secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
Sus trayectorias se dieron a conocer de manera profusa, por lo que las observaciones hechas a continuación van en el sentido de lo que representan y dan idea de las orientaciones iniciales de la primera presidenta de la República en la historia de México.
Larga lista
Lo primero que debe señalarse es que estas primeras designaciones cuentan con una trayectoria muy importante desde la UNAM. Empezando por un exrector y siguiendo con perfiles como el de Ruiz. También, que hay un notable proceso de articulación en los grupos y liderazgos predominantes en el partido hegemónico, con el nombramiento de Ebrard luego de la contienda interna por la candidatura presidencial.
Por otra parte, nombramientos como los de las Secretarías de Gobernación, Bienestar, Trabajo, Seguridad Pública, Comunicaciones e Infraestructura, tal vez la de Educación Pública (¿desaparece como tal?), Salud y Turismo, entre otras, requieren de un poco más de tiempo para su análisis.
Asimismo, los titulares de las Secretarías de la Defensa Nacional y de Marina-Armada de México serán los últimos por varias razones. Las trayectorias de quienes formalmente pueden aspirar, el término preciso es “Hoja de Servicios” (CV para el argot civil), deben ser estudiadas y, en función de ello, la futura presidenta tomará dos decisiones claves para su administración. Es difícil hacer un vaticinio teniendo aún, por ejemplo, el desfile del 16 de Septiembre por delante. La duplicidad de mandos (secretarios y sucesores militares) resulta complicada con demasiado tiempo de anticipación.
Con estos primeros nombramientos también atisba una cierta continuidad a partir de la designación de la todavía secretaria de Relaciones Exteriores en Medio Ambiente y Recursos Naturales. No será difícil observar en las designaciones que faltan ese tipo de situaciones e incluso quienes pudieran repetir en sus actuales cargos.
La cuestión es que las especulaciones siguen y con ello la serie de prospectos naturales y autopromovidos estarán activos en los medios convencionales de comunicación y en las redes digitales, faltaba más. Lo cierto es que las negociaciones continuarán a puerta cerrada y será hasta el próximo jueves 27 cuando se darán a conocer las y los titulares de las siguientes posiciones.
Hay que considerar que además de las secretarías hay una larga y muy importante lista de nombramientos, por ejemplo, paraestatales y lo que se denomina como el “gabinete ampliado”. Las designaciones, sabemos por otra parte, indican el “estilo personal de gobernar”, como lo expresara Daniel Cosío Villegas.