Después de ver los resultados en las elecciones en Europa y en otros países donde los gobiernos fueron perdiendo la mayoría de las elecciones, como en Inglaterra, Alemania e incluso Japón, nos damos cuenta de que los liderazgos no están logrando obtener resultados en procesos electorales cuando se mide su popularidad.
La elección en Estados Unidos, donde se opuso todo un partido a una corriente encabezada por el expresidente Donald Trump, este tuvo la fuerza suficiente para derrotar a la sorprendente candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris.
El error principal de esta fue no haber lanzado una declaración contundente en materia de migración, que pudo haber ayudado mucho: Harris pudo afirmar que pondría un muro a la frontera con México, pero no lo hizo y la gente no creyó en ella.
La otra acción política en favor de Trump fue que el Poder Judicial de Estados Unidos nunca dio un fallo contundente para acusarlo de acoso sexual o violación.
¿Y qué pasó? Que la gente creyó más en Trump, lo hizo su ídolo al ver que no pudo nunca ser sancionado por las constantes acusaciones por parte de varias mujeres. Incluso las mujeres en Estados Unidos votaron por él.
Los errores políticos se dan en pleno proceso electoral y llega a la presidencia un grupo radical de derecha que ya había estado en la Casa Blanca. No sabemos si con ánimos de venganza o simplemente para mejorar lo que hicieron antes, que es endurecer su posición con todo el mundo, incluso especialmente con México, ahora Trump designa a Tom Holdman en Migración; a Mike Walz en Seguridad Nacional, y a Marco Rubio como secretario de Estado.
Veremos en sí qué tendremos, desde luego, en materia de migración, un tema que nos va a dar sustos. No hay posiciones muy claras, pero es posible que reinicien el muro y terminen con las famosas Ciudades Santuario.
Otro proceso que puede iniciar es la deportación masiva sin importar origen o tiempo de establecimiento de una familia en Estados Unidos.
Comercio
Sobra material para predecir un endurecimiento en materia de combate al fentanilo y el deseo, tal vez muy ambicionado por Trump, de bombardear a narcos en alguna ciudad mexicana, como lo haría fácilmente con drones para dar un ejemplo al mundo de que puede hacer lo que él crea necesario para salvaguardar la salud de los norteamericanos.
Y otro ejemplo que puede ser muy importante para el mundo es en materia de comercialización: que simplemente imponga algunos aranceles; por ejemplo, en materia de remesas les agregue un impuesto; ya no digamos en materia de comercio de automóviles; o tal vez en restarnos importancia y provocar problemas en materia automotriz, que considero difícil que lo haga debido a lo bien planteado que está el acuerdo comercial, que será desde luego materia de revisión e incluso, como señaló Canadá, deshacer el mismo tratado, lo cual no es fácil, ya que están los capítulos 24 y 34 del mismo que obligan a avisar a las partes antes de dar por terminado el proceso, lo que sería muy lento y muy costoso para los tres socios.
Sin embargo, el comercio seguiría con Estados Unidos, donde dos estados de la Unión Americana viven del maíz que les compra México. O sea, no existe una resolución tan rápida en ese y más temas de comercio diario en la frontera más importante, la del Río Bravo.
Tal vez sea en el complicado campo del comercio entre los dos países donde haya mucho más que negociar y mediar entre las partes para evitar un rompimiento.
Los ejemplos que pueden dar los norteamericanos al mundo con nosotros son varios e irremediablemente debemos esperarlos, dada la condición y la conducta ya conocida del nuevo/viejo presidente de Estados Unidos.
Así es que veremos muchas cosas entre nosotros y Estados Unidos, pero no será la primera vez en que México sabrá negociar y salir adelante con dignidad, inteligencia y gran eficacia para articular las mediaciones necesarias.