Ceñida la banda presidencial y rendido el juramento al cargo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo comenzó a ejercer el cargo en lo inmediato, sin dilación alguna. Como gobernante sabe que en el ejercicio del poder cada día cuenta y desde el cargo el tiempo vuela. Por ello desde que ganó la elección se concentró en diseñar y programar las acciones que desarrollará como primera mujer al frente del Poder Ejecutivo nacional.
Ante los asistentes al Zócalo delineó acciones y compromisos que muestran que hay rumbo y objetivos definidos. La enunciación de obras da cuenta de una programación establecida, que se traduce en la proyección de la determinación con la que Sheinbaum asume el compromiso que representa ser la presidenta de México durante los próximos seis años para construir el segundo piso de la 4T.
En lo inmediato, dejó en claro su independencia en el ejercicio del cargo, aunada a su determinación de desempeñar este de manera ejemplar. De ello da cuenta el decreto que suscribió en el marco de la conmemoración del 2 de octubre, sumado a la disculpa pública que ofreció el gobierno federal a víctimas y agraviados.
En general, el decreto cataloga los acontecimientos del 2 de octubre como un crimen de lesa humanidad y ofrece una disculpa pública debido a que el movimiento estudiantil del país fue atacado por fuerzas del gobierno federal. El decreto instruye a contribuir a la memoria histórica sobre la matanza de estudiantes en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, atribuida al presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Además, se instruyó a la Secretaría de Gobernación, que lo cumplió casi de inmediato, a ofrecer la disculpa pública por esta “atrocidad gubernamental” y se fijó el compromiso de no repetición de un hecho de este tipo con el que la población sea reprimida mediante el uso de la violencia.
Apoyos y becas
En el plano social, Sheinbaum acudió a Acapulco para evaluar en coordinación con las autoridades estatales y municipales los daños causados por el huracán John, aunado a las disposiciones para brindar atención y apoyos de manera directa a la población afectada.
Por lo que hace a los programas de apoyo, en lo inmediato la presidenta anunció, a través de la Secretaría de Bienestar, la puesta en marcha del programa de pensión para mujeres que tienen entre 60 y 64 años, que en principio se realizará por etapas: en 2025 la pensión se otorgará a las mujeres de 63 y 64 años, mientras que las edades restantes recibirán el apoyo en 2026.
En esencia, en los municipios con mayoría de población indígena o afromexicana todas las mujeres desde los 60 años recibirán la nueva pensión desde enero de 2025. Así, a una semana del inicio de la gestión iniciará el registro de las mujeres.
Por otra parte, mediante la Secretaría de Educación Pública anunció la puesta en marcha de la Beca Universal Rita Cetina Gutiérrez, que beneficiará a 21.4 millones de alumnos de educación básica.
La beca iniciará en 2025 en secundarias públicas, para alcanzar de manera paulatina, una cobertura de 5.6 millones de estudiantes.
El secretario de Educación, Mario Delgado, explicó que el próximo año la nueva beca universal entregará mil 900 pesos bimestrales a los alumnos de secundaria y 700 pesos más por cada estudiante adicional que integre el núcleo familiar.
Un elemento que destacó en los actos de la presidenta, y que forma parte de su particular estilo de gobernar, fue su asistencia a la toma de protesta de Clara Brugada como jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Además, por supuesto, de los ajustes que realizó al esquema de las conferencias mañaneras.
En los hechos la gestión de Sheinbaum como primera mujer presidenta de México avanza y deja en claro que cuenta con certeza por lo que hace a su programa de gobierno. Al contrario de lo que dice el añejo refrán, en Palacio las cosas no caminan despacio.