IDEAS PARA LA MEDIACIÓN EN EL TMEC

“Reducir inequidades y fortalecer la industria regional”.

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La relación entre México, Estados Unidos y Canadá, socios del TMEC, está marcada por asimetrías regionales significativas que al superarse podrían fortalecer el vínculo en Norteamérica. El destacado economista Gerardo Esquivel propuso una de las ideas más importantes en materia aduanera para mejorar la relación entre estos países: la creación de una Unión Aduanera.

Esta propuesta busca una colaboración avanzada que transforme el actual acuerdo comercial y de inversión hacia un esquema que permita no solo el libre comercio al interior de la región, sino también consolidar un bloque fuerte frente al resto del mundo. En este contexto, la Unión Aduanera implicaría avanzar en varias dimensiones:

Políticas comunes Aceptar políticas compartidas que actualmente no existen.

Homogeneización de sistemas aduaneros Unificar procedimientos y normas en los tres países.

Aunque la implementación de esta iniciativa sería compleja y tardada, podría comenzar con la adopción de políticas comunes que acerquen a los tres países hacia este objetivo. Dichas políticas tendrían como propósito reducir inequidades y fortalecer la industria regional en su conjunto.

Una propuesta concreta: homologar los valores de los “minimis”. Un área clave de enfoque es la entrada de productos de bajo valor que no pagan impuestos ni aranceles, conocida como categoría de “minimis”, es decir, cantidades mínimas de ayuda interna que están permitidas aun cuando tengan efectos de distorsión del comercio.

Originalmente diseñada para viajeros internacionales, esta excepción ahora permite a empresas como Shein o Temu importar productos sin la carga burocrática ni impositiva. Sin embargo, los umbrales son distintos en cada país: México, 50 pesos; Canadá, 150; y Estados Unidos, 800.

Los tres países podrían homologar estos valores y limitar su uso para evitar que empresas comercializadoras exploten esta excepción. Una posible medida sería establecer un límite acumulado, a partir del cual las empresas deban pagar impuestos y aranceles.

Con un enfoque mediador, estos acuerdos podrían lograrse, avanzando hacia una integración que beneficiaría a los tres países.

Catalizador de cambio

El caso de Siria es un ejemplo de cómo la mediación puede ser un catalizador de cambio. Siria, ubicada en una región estratégica de Oriente Medio, logró con el apoyo de Irak, Irán y Rusia liberar a su pueblo tras 53 años de dictadura. En menos de 15 días, y sin demasiados enfrentamientos armados, el dictador Bashar Al-Assad huyó hacia Rusia, devolviendo al pueblo la libertad perdida.

Un precedente similar ocurrió en el derrocamiento de Saddam Hussein. En aquel caso el ejército se alió con el pueblo gracias a la mediación y negociación de los países de la región. Aunque la situación no se resolvió del todo de esta manera, el papel de la mediación fue clave.

En el caso sirio la negociación y la mediación demostraron ser herramientas poderosas para alcanzar la libertad. Este enfoque podría aplicarse en otras regiones, como Centroamérica, donde con diálogo y acuerdos es posible imaginar resultados similares en el futuro cercano.