GABINETE: LOS TUYOS, LOS MÍOS, LOS NUESTROS

Samuel Rodríguez
Columnas
GABINETE

La integración del gabinete que acompañará a Claudia Sheinbaum a partir del 1 de octubre en el gobierno federal para dar continuidad a la 4T es crucial en lo que hace a la preservación del proyecto.

No hay novedad: algunos de quienes forman parte del actual gabinete permanecerán, aunque en general lo harán desde otras posiciones; en tanto que algunos de quienes acompañaron a Sheinbaum en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México se integrarán a la administración federal, aunque en posiciones diversas hasta donde se aprecia.

Y otra parte se integrará de manera formal por primera ocasión al equipo de colaboradores de la virtual presidenta electa.

El tema de la paridad y equidad de género, de entrada, puede darse por descontado.

Guardadas las debidas proporciones, será algo similar a una familia ampliada en la que deberán tener cabida todos los sectores, los tuyos, los míos y los nuestros, pero todo con el común denominador de ser parte de la 4T.

Un factor que queda más que claro es la identificación de una gran familia donde existen varios grupos que conviven de manera ordenada, tal y como sucedió en el pasado durante la hegemonía del priismo. En concreto, no hay nada nuevo bajo el sol y la situación es transparente. Sheinbaum es libre de designar a quien considere adecuado como parte de su gabinete, aunque hay casos, como el del procurador general, que requieren del aval del Legislativo.

Sustento

El primer elemento que llama la atención es el cumplimiento del compromiso que asumió al inicio del proceso que la llevó a ser seleccionada como coordinadora de la defensa de la transformación. En ese momento se dijo que dos de los participantes en la competencia que no fueran seleccionados estarían al frente de la fracción de la 4T en el Senado y la Cámara de Diputados, donde de manera directa Sheinbaum se ha pronunciado por que esa responsabilidad recaiga en Ricardo Monreal, por lo que hace a San Lázaro, y Adán Augusto López en la cámara alta.

Por lo que hace al gabinete, la designación de Marcelo Ebrard como próximo titular de la Secretaría de Economía permite apreciar el cumplimiento del compromiso asumido; además de hacer evidente que Ebrard tendrá frente a sí la encomienda de concretar de manera exitosa la renegociación del TMEC y cuenta con los elementos necesarios para hacerlo.

Entre lo novedoso destaca el anuncio de la creación de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, que en los hechos representa una determinación más que positiva.

Un elemento que llama la atención de manera desproporcionada es la posición que ocupará Omar García Harfuch, quien evidentemente forma parte del círculo cercano de la próxima presidenta de México. Pero en el fondo, en su caso al igual que otros tantos, se trata de especulaciones de futurólogos y politólogos de café que buscan llamar la atención, al igual que lo han hecho otros en el pasado.

Por donde se quiera ver, cada una de las designaciones que realice por el momento Sheinbaum y las que ratifique a partir del momento en que cuente con facultades para hacerlas de manera formal, tienen un sustento sólido: ninguno de los que integren el gabinete de la primera mujer presidenta de México carecerá de la experiencia y la formación necesarias para cumplir con las funciones que les serán asignadas.

Lo obvio es que capacidad, conocimiento, identificación y sentido de pertenencia son algunos de los elementos que saltan a la vista entre futuros integrantes del gabinete presidencial que han sido anunciados al momento.

Por lo pronto, tienen el tiempo suficiente y el acceso necesario a la información para planificar y organizar la labor que habrán de desarrollar a partir del primer minuto del 1 de octubre.

Como siempre, un capítulo especial será el que se escriba en torno de la designación de los próximos secretarios de la Defensa Nacional y la Marina-Armada de México.