En el campo del diseño de automóviles a nivel global hoy sobresale el mexicano Einar Castillo Aranda, diseñador de la combi eléctrica de Volkswagen, mejor conocida como la camioneta ID. Buzz, dotada con la más innovadora tecnología: se inspira en la clásica Combi y también es precursor de la electrificación y autonomía de vehículos del futuro que serán capaces de manejarse por sí mismos a través de un comando de voz.
Formado en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) de la UNAM, actualmente es integrante permanente del Design Team de la firma automotriz germana en la planta matriz de Wolfsburg, Alemania.
Esta posición ubica a Castillo en la élite de los diseñadores de automóviles más influyentes a nivel global.
Feliz porque el ID. Buzz rueda por las calles de Alemania y lo hará muy pronto por las del mundo entero, Castillo dedicó algunas horas en responder una serie de preguntas formuladas por Vértigo.
En primer lugar, considera que el ID. Buzz es “un sueño hecho realidad, la oportunidad de participar en un proyecto de una magnitud indiscutible. Disfruté muchísimo el proceso de diseño, el cual fue superdinámico y fluido. Por él dejé mi país y a mi familia: quería ser un diseñador profesional y algún día ver un auto diseñado por mí sobre la calle. Soy afortunado, el ID. Buzz es mi segundo auto de producción, siendo el Polo mi primer auto producido masivamente”.
Asume que los diseñadores de autos a nivel mundial están en un escenario retador e interesante, “porque tenemos nuevas tecnologías, transitamos de autos de combustión a eléctricos, utilizamos diferentes materiales, desplegamos increíbles recursos tecnológicos en la parte interior del auto y nos preocupa la aerodinámica del diseño exterior relacionada con la oposición del aire, que disminuye su eficiencia y el alcance del kilometraje en relación con el gasto de las baterías”.
Dice este artífice que el espíritu y ADN de la Combi lo tenemos en el ID. Buzz; la gente lo reconoce de inmediato por la forma, proporción e indiscutible silueta; pero reinterpretados de una manera moderna. De nuevo su gran espacio interior será aprovechado en el transporte de personas o carga diversa.
El creador de esta camioneta eléctrica la ubica en la nueva generación de autos VW con tecnología avanzada. Por ejemplo, la entrada de aire en el frente es un elemento totalmente integrado a la carrocería. Los sensores en el exterior son otro elemento importante y están sutilmente integrados con el diseño del auto.
Aunque resulte increíble es un vehículo que percibe su entorno y reacciona a él; frena de manera emergente si el conductor pasa por alto a una persona a pie o algún obstáculo a la hora de estacionarse. Puede aparcarse solo y guarda en su memoria la manera de hacerlo; reacciona de manera anticipada ante una frenada o alcance imprevisto en ciudad o carretera.
El diseñador apunta otras características de este auto innovador y moderno: “El diseño exterior refleja estas novedades con su proporción, la conexión de sus líneas y sus imponentes gráficos. Los faros frontales están conectados a través de una línea LED que los integra de un lado a otro, haciendo énfasis en la anchura frontal; el faro alerta al ojo humano, un solo y poderoso lente que, al encender el auto, te recibe con un gesto y se prepara para el viaje. La cara del auto es, de nuevo, un fuerte e imponente icono que resalta en la calle. De la misma manera las luces traseras están conformadas por una banda LED a todo lo ancho del auto, como luz de posición y un gráfico muy moderno marca el stop.
Con la esperanza de que muy pronto llegue a México el ID. Buzz, considera que “el diseñador se debe mantener vigente, seguir aprendiendo y desarrollándose; la creatividad no se acaba, pero es necesario potenciar las habilidades para vender las ideas a través de nuevas técnicas de trazo de bocetos y modelado en 3D. Actualmente hay softwares buenísimos que ayudan a los diseñadores a construir en tiempo récord modelos virtuales con un realismo impresionante”.
Herramientas
Acostumbrado al trabajo con alta exigencia, explica que “en el diseño la única presión siempre es el tiempo, muchas veces surgen proyectos donde el tiempo de desarrollo es apretadísimo y ahí es cuando uno debe reaccionar en solo un par de días para generar ideas. Yo últimamente me he vuelto adicto a un programa llamado Blender que sirve para modelar en 3D. ¡Es una herramienta fantástica! Puedes construir literalmente lo que se te ocurra! ¡Un universo entero! Y eso para un diseñador es oro puro. Así que sigo aprendiendo cada vez más de ese programa; cada hora invertida en él es una gran inversión para mi desempeño como diseñador y lo aplico cada vez más al desarrollo de mis conceptos e ideas”.
Añade: “Fui un niño que nunca dibujó un auto o se interesó por ellos, pero que sí tenía un interés muy temprano por la pintura y los pintores clásicos; recuerdo tener seis o siete años y mirar por primera vez esos libros que mi papá nos había comprado y estaban en el librero de mi cuarto. Contenían historias cortas ilustradas con las selectas pinturas de artistas como Joan Miró, Van Gogh, Paul Klee, Brueghel, Dalí, etcétera, y quedé fascinado con los colores, las formas y el lenguaje que tenía cada uno en su propio universo. Entonces quería ser pintor. Mis primeros dibujos de autos los hice con 21 años en alguna aula del CIDI de la UNAM, donde todo empezó para mí”, recuerda.
De sus estudios profesionales en la UNAM juzga que “siempre serán un marco de referencia trascendental, aunque la práctica hace siempre al maestro. El diseño es una de esas profesiones que exigen aprender en la práctica. De igual forma una maestría o un doctorado no te hará mejor diseñador, pero te dará las herramientas cognitivas, de proceso e investigación necesarias”.
Igualmente, recuerda a sus grandes maestros de la Facultad de Arquitectura y el CIDI, gracias a quienes pudo canalizar su pasión por la actividad creativa y aprender cómo generar una composición, jerarquización de elementos, entendimiento del espacio, volúmenes tridimensionales, geometrías complejas, propiedades básicas de los materiales, representación gráfica y la elaboración de bocetos.
Sobre los autos eléctricos del futuro plantea que su diseño será cada vez más complejo porque tendrán más software y tecnología. “La evolución del diseño formal será impactada cuando los niveles de autonomía en el manejo de los autos aumenten con el avance del software. Imagínate el día en que con un comando de voz el auto sea 100% capaz de ir de A hacia B sin necesidad de un volante y conducción ordinaria: ese día los autos van a cambiar su arquitectura literalmente hacia un cuarto de estar, un espacio móvil donde vamos a trabajar, mirar una película, participar en una reunión virtual o simplemente dormir en el trayecto. En ese escenario de autos autónomos la tarea de los diseñadores será la de siempre: buscar identidad, lenguaje propio, dinámico, innovador, avanzado y moderno”.
Pasos para diseñar un auto
• De acuerdo con Einar Castillo Aranda el diseño de un auto pasa por tres fases.
• La primera es la conceptualización y búsqueda de ideas a través de dibujos a mano sobre papel o directamente en tablet o computadora.
• En la segunda se definen un par de ideas, se llevan a la construcción de modelos en computadora, donde se crea el volumen y proporción deseada, y se van definiendo superficies, cabina y gráficos.
• En la última se construyen físicamente esos modelos para ser retocados, mejorados y definidos a detalle.