El 3 de septiembre Ana Buhl, ama de casa de 44 años y madre de tres, con cero conocimientos en logística y movilizaciones, organizó a centenas de ciudadanos capitalinos, quienes usualmente no participan en eventos políticos, para asistir a la entrega de la constancia a Xóchitl Gálvez como responsable de la construcción del Frente Amplio, en el Ángel de la Independencia.
Su meta era poder organizar diez camiones pagados con dinero del bolsillo de cada uno de los participantes. Al final logró coordinar 52 camiones en siete rutas desde el Pedregal, Las Águilas, Del Valle, Santa Fe, Satélite, Insurgentes-Cuicuilco e Iztacalco.
Ana cuenta en voz propia que su activismo en forma llegó sin buscarlo luego de participar en la llamada “marea rosa” el 13 de noviembre de 2022 en defensa del INE, donde encontró a ciudadanos con la firme intención de querer participar en los temas que afectan la vida pública en el país.
“No hay nadie detrás de nosotros, sino más bien somos puros ciudadanos de verdad comprometidos. Lo que más me gusta es que somos todos, prácticamente, gente nueva, que no habíamos estado antes de activistas ni en ningún partido ni nada. Entonces todo lo hacemos de corazón”, subraya.
Remata su experiencia en el activismo con una cachetada con guante blanco para los apolíticos: “Para enseñar hay que saber, pero para educar hay que ser y este es el país de todos los mexicanos. Si ustedes no participan, menos lo harán sus hijos”.
Traiciones
El martes pasado los abogados Javier Coello Trejo, Javier Coello Zuarth, Roberto Gil Zuarth, Diego Ruiz Durán y Guillermo Urosa Flores convocaron a conferencia para presentar pruebas sobre la actuación de Santiago Nieto Castillo al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Hablaron de ocho carpetas de investigación por delitos tales como ejercicio indebido de funciones, contra la administración de justicia, falsedad de declaraciones, revelación de información confidencial, extorsión, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
El supuesto modus operandi de Nieto consistía en filtraciones de supuestas investigaciones contra ciertas personas, en su mayoría opositores al gobierno, jueces, magistrados, ministros de la Suprema Corte, periodistas.
Luego se aparecían abogados o personas relacionadas con Nieto para ofrecer detener las investigaciones. Por supuesto, cobraban una lana por abrir, detener o cerrar investigaciones. Todo parece indicar que traicionó a su jefe y se dedicó a perseguir hasta a los propios morenistas.
Estilo mata carita
Y para terminar, comienzan a salir a la luz indicios de que en Oaxaca usaron recursos públicos del programa Caminos Bienestar para promocionar la imagen de una de las corcholatas. Los propios trabajadores de confianza del gobierno oaxaqueño denuncian que fueron utilizados en labores de “brigadas” de “volanteo” a favor de la campaña interna de Morena. Parece que lo denunciado tiene hebra para largo.