Posee cualidades importantes la nueva candidata presidencial del Partido Demócrata, quien va a derrotar, creemos, al viejo guerrero y madreador Donald Trump. Veamos.
Primero, la defensa es para tiempos de escasez y el ataque para tiempos de abundancia, dice Sun Tzu en su libro El arte de la guerra. Así, el gobierno del presidente Joe Biden tiene grandes logros que le van a servir como herramientas en esta guerra que se avecina de ideas, para que la población norteamericana decida quién tiene las mejores para salir adelante.
Esto es una guerra, pero de ideas y, claro, quien tenga la abundancia que tienen los demócratas en logros globales permitirá mantener interesada a la gente.
La abundancia de logros de esta administración de Biden es indudable en Estados Unidos con todo lo que implica desde controlar los asuntos de salud, con la forma en que encaró a la pandemia, pasando por combatir la inflación y hasta lo más importante en este momento de abundancia: que pudo formar un escudo de defensa contra Rusia, defendiendo a Ucrania y a Europa mediante la mediación, que siempre ha sido una de las fórmulas mágicas de Biden, quien entiende la mediación mejor que nadie, salvo Kamala, que es su mejor expresión; por eso la eligió para vicepresidenta.
Kamala, mediadora
Segundo, creo que fue la primera en convencer al presidente Biden de que se retirara de la contienda porque no tenía ya fondos su campaña, ni quien se interesara por él.
Se dice que ella convocó a los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, junto con el presidente Jimmy Carter, para platicar con Biden y convencerlo de que ellos la iban a rodear para que fuera una candidata sólida y fuerte.
Tercero, la rapidez con que convenció a delegados, gobernadores, organizaciones de todo rango político, fue importante para que la apoyaran de inmediato y logre una nominación holgada.
Cuarto, y muy relevante: en un solo día consiguió para su campaña récord de dinero, importantísimo para fortalecer su posibilidad de ser candidata. Rompió récords, dejando lejos a Trump de ese gran elemento que es el dinero en las campañas políticas, no solo en México, sino en todo el mundo y especialmente en Estados Unidos.
Vemos por qué es una gran mediadora y una brillante universitaria egresada de la Universidad de Brown, que ya fue fiscal del estado de California, donde demostró que no acepta convivir con ladrones, ni con rateros, con mentirosos y mucho menos con violadores; o sea, exactamente lo que es Trump.
Es la candidata idónea para este proyecto político y, a mi juicio, va caminando muy bien hacia la victoria.