JESUCRISTO SUPERESTRELLA

Sergio Pérezgrovas
Columnas
Jesucristo superestrella

No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

Juan 17:15

Jesus Christ Superstar es una película musical con base en el concepto de ópera rock de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, que narra los eventos de la vida de Jesucristo desde la perspectiva de Judas Iscariote.

Estrenada en 1973, esta adaptación cinematográfica destaca por su enfoque contemporáneo y su estilo visual innovador.

La trama se centra en la última semana de la vida de Jesús, explorando su relación con sus seguidores y la creciente tensión con las autoridades religiosas y políticas. A través de una serie de canciones memorables, se aborda la figura de Jesús como un líder carismático y humano, mientras que Judas, interpretado como un traidor conflictuado, expresa sus dudas y temores sobre el camino que Jesús ha elegido.

Uno de los aspectos más interesantes de Jesucristo Superestrella es su representación del conflicto interno de Judas. A lo largo de la película se muestra su lucha entre la lealtad a Jesús y su creciente preocupación por las consecuencias de las acciones de este. Esta dualidad añade una capa de complejidad a la narrativa, convirtiendo a Judas en un personaje trágico que, a pesar de su traición, busca entender el propósito de su amigo.

La película también destaca por su estética visual y su uso de la música. Las coreografías vibrantes y los escenarios coloridos crean un ambiente que contrasta con la seriedad de los temas tratados. Las canciones, que han perdurado en el tiempo, fusionan rock con elementos de música gospel, dotando a la historia de una energía que resuena con el público moderno.

Además, Jesus Christ Superstar plantea preguntas profundas sobre la fe, la traición y el sacrificio. A medida que avanza la historia, el espectador es invitado a reflexionar sobre la naturaleza del liderazgo y las repercusiones de las decisiones tomadas en nombre de la fe.

Esta exploración de las relaciones humanas y las luchas internas presenta un retrato más humanizado de las figuras bíblicas, lo que ha permitido que la obra mantenga su relevancia a lo largo de los años.

En conclusión, Jesucristo Superestrella es más que una simple adaptación de un relato religioso; es una obra que invita a la reflexión sobre la condición humana, la fe y las complejidades de las relaciones interpersonales. Su mezcla de música, drama y una narrativa provocadora han asegurado su lugar en la historia del cine y el teatro, convirtiéndose en un clásico atemporal que continúa inspirando y desafiando a nuevas generaciones.

Jesucristo Superestrella en México, con Alex Lora como Herodes, es una aclamada producción teatral que reimagina la historia de Jesús a través de un enfoque contemporáneo y musical. La actuación de Lora destaca, aportando una nueva dimensión a este clásico. Un evento imperdible. Se encuentra en cartelera. Es sin duda el evento de este otoño. Las actuaciones de Benny Ibarra como Jesucristo, Erik Rubín como Judas (que lo hace estupendamente), Jahir como Pedro, alternando Ximena Sariñana y María León como María Magdalena, Kalimba y Leonardo de Lozanne, entre otros, banda en vivo y un grupo de bailarines de primer nivel, hacen de esta puesta la más esperada.

En la presentación a prensa hace un par de semanas la gente aplaudió a cada uno de los actores llevando la mejor ovación a mi compadre Alex Lora. Felicidades a Alejandro Gou y Erik Rubín por retomar este clásico, lleno de nostalgia, pero cantado en español. No te la pierdas. Aunque los boletos son un poco caros vale mucho la pena.

Jesucristo Gómez

Jesucristo Gómez era el título de un libro que leyó Tristán Carnales. Lo que no sabía es que en la colonia Bondojito se encontraba un hombre con este singular nombre que había servido de título a Vicente Leñero para su obra El evangelio según Lucas Gavilán.

Tris se estaba echando unos tacos de suadero con su boing de guayaba cuando vio venir a una multitud que rodeaba a este personaje. Al preguntarle al mesero quién era, este le contestó.

—Es Jesucristo Gómez. Ayuda a los más necesitados con pláticas y dicen que ha realizado alguno que otro milagro.

Tris, quien era más escéptico y seco que la fruta seca de Navidad, dejó sus tacos y siguió a la multitud. Cuando llegaron a un parque Jesús comenzó a hablar. Sus palabras fueron un bálsamo para el alma de Tris. No lo podía creer. Hablaba muy sereno, sin pausas, pero con mucha cadencia y ritmo. Tris, quien no creía más que en la violencia, por primera vez en su vida encontró un poco de paz.