La misión de Grupo Salinas es crear Prosperidad Incluyente, es decir, “que a todos nos vaya bien”. Siguiendo esta idea, quiero compartir una lectura interesante, La paradoja de la prosperidad, de Clayton M. Christensen.
El libro nos advierte sobre una gran contradicción: la obsesión por terminar con la pobreza puede hacernos fracasar en esta misma tarea, porque en vez de enfocarnos en la escasez nuestro enfoque debe ser crear las condiciones para generar riqueza. Y en la búsqueda de las causas de la prosperidad el autor descubre que la innovación es el ingrediente fundamental para alcanzar el desarrollo.
Cuando Christensen habla de innovación se refiere a un cambio en los procesos de las empresas donde una organización transforma trabajo, capital y materia prima en productos y servicios que mejoran la vida de las personas.
El autor habla de tres tipos de innovación, pero quiero enfocarme en la que denomina Innovación Creadora de Mercados, particularmente valiosa puesto que es la única que genera desarrollo y prosperidad.
Esta manera de innovar transforma productos sofisticados y caros en otros más simples y accesibles para las familias, de tal forma que surgen novedosos bienes y servicios que están al alcance de nuevos segmentos de la población.
La Innovación Creadora de Mercados tiene tres características fundamentales:
1) Crea nuevos empleos. Al surgir un nuevo mercado se producen nuevas fuentes de trabajo en industrias que antes no existían. La generación de empleo es clave para el desarrollo de una nación.
2) Genera inversión en infraestructura (caminos, puentes, presas), en logística, producción de energía y en los recursos que requiere una industria.
3) Genera utilidades que se reinvierten para producir mayor innovación y nuevos empleos, que se traducen en una mayor recaudación de impuestos que —idealmente— se destinará a crear más infraestructura y nuevos y mejores servicios públicos como seguridad, educación y salud.
Transparencia
El surgimiento de nuevos mercados frecuentemente produce un Cambio Cultural que obliga a las economías y a sus instituciones a evolucionar. Además, pone obstáculos a la corrupción al incrementar el nivel de vida de la gente y fomenta la transparencia, que es fundamental para el buen funcionamiento de un sistema de intercambio.
Como vemos, la innovación es fundamental para lograr prosperidad y a lo largo de la historia tenemos innumerables ejemplos de ello.
Está el caso de Henry Ford, quien, al diseñar el Modelo T, creó una solución para el transporte de las familias. Antes el automóvil sólo era accesible para los más ricos. Con esta innovación Ford creó un mercado que transformó ciudades enteras a través del mundo.
“Debemos fomentar un ambiente que impulse a las empresas”.
Civilización
La historia de Grupo Salinas es una sucesión de casos de innovación creadora de mercados. Consideremos simplemente tres ejemplos: Italika, Banco Azteca y Totalplay.
Italika ofrece una solución de transporte que rompe con todas las barreras al fabricar y distribuir motocicletas de excelente calidad y de bajo costo con diversas opciones de financiamiento.
De la misma forma, en Banco Azteca diseñamos un modelo de negocio que generó un mercado de ahorro y crédito en un amplio segmento de la población que estaba previamente desatendido, llevando servicios bancarios a millones de nuevos usuarios.
Otro ejemplo es Totalplay, que ofrece a millones de familias un servicio único de conectividad a través de la fibra óptica de punta a punta.
En resumen, podemos decir que el mercado es la máxima expresión de la civilización: es el encuentro de hombres libres que buscan intercambiar los frutos de su trabajo y la empresa es la única institución humana creadora de riqueza. Por ello, debemos fomentar un ambiente que impulse a las empresas y la innovación para generar mayor prosperidad para todos.