El Partido Verde solicitó a la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México un informe detallado por alcaldía de los negocios grandes y pequeños que han sido sancionados por incumplir con la Ley de Residuos Sólidos, que prohíbe la venta de plásticos de un solo un uso, porque seguimos viendo que no se ha reducido su uso.
A través de un Punto de Acuerdo el diputado Jesús Sesma Suárez pidió el mencionado informe “porque en 2019 se realizaron reformas a la Ley de Residuos Sólidos y se otorgó un año para que entrara en vigor, por lo que a partir de diciembre de 2020 quedó prohibida la comercialización, distribución y entrega de vasos, platos, cubiertos, bolsas o cualquier producto de plástico de un solo uso”.
Ciertamente causó revuelo la aprobación de las modificaciones de la mencionada ley. Y como muchos recordarán surgieron bolsas de maya para la compra de frutas y verduras, las amas de casa llevaban tópers para los cárnicos y aunque causó molestia se cumplía con las nuevas disposiciones.
Pero en un momento dado se empezaron a utilizar nuevamente las bolsas de plástico y productos desechables, sin que nadie hiciera nada. Se acuerdan, ¿verdad?
Ante el regreso de las bolsas el legislador ecologista solicitó a la Sedema el “informe detallado sobre las acciones de verificación realizadas respecto del cumplimiento de la prohibición de plásticos y desechables de un solo uso, porque en las reformas se establecieron sanciones”.
Y tiene razón: en la actual temporada de lluvias las coladeras están tapadas con distintos desechos, principalmente plásticos, y esos no llegan por casualidad, sino porque la gente tira las bolsas de plástico en la calle, el viento las arrastra y llegan a las coladeras, al igual que los platos de plástico, cucharas, vasos y demás productos de un solo uso.
Aunque le diré que lo que sí desapareció fueron los popotes. Hay que hacer conciencia.
“También solicito al Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (Invea) dé cuenta de las acciones de verificación que han realizado desde 2020 en relación al cumplimiento de dicha prohibición, porque en el Congreso de la Ciudad de México se han realizado reformas y leyes muy buenas en pro del medio ambiente, como lo fue esta, pero si no aplicamos dichas normas, de nada sirve”, dice Sesma.
Pues sí, cuando las leyes no se aplican y son letra muerta de nada sirve el esfuerzo, porque presentar una iniciativa es fácil, pero que se apruebe requiere de trabajo y esfuerzo, negociar con todos los grupos parlamentarios y analizar la viabilidad y el presupuesto para su aplicación, también lleva tiempo. Y si la van a archivar como muchas, es tiempo perdido. ¿O no?
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que el diputado migrante Raúl Torres promovió y logró la aprobación de un punto de acuerdo para que, así como en la Ciudad de México, todos los Congresos locales tengan una o un diputado migrante para atender las necesidades de nuestros connacionales. Como se sabe, esta figura se pospuso por muchos años y la CDMX ha sido pionera en lograrla. Claro, falta que los demás Congresos locales puedan legislar y plasmar esta figura en las actuales Legislaturas. Ojalá… Por cierto, se sabe que la diputada morenista Elizabeth Mateos presentará en breve una iniciativa para reconocer el movimiento estudiantil de 1968 y plasmar en un muro del Congreso local en letras de oro la frase “Movimiento estudiantil de 1968”. Esto a 56 años de esa tragedia, que enlutó numerosos hogares y se conmemoró el miércoles pasado. ¿Será?...