Ana, ginecóloga que participó en las campañas de esterilización forzada en Perú, busca escapar mientras recuerda la negligencia médica de la que fue cómplice en la década de los noventa.
Temerosa, más de 15 años después intenta sobrevivir como criminal de lesa humanidad, evadiendo a los medios de comunicación, al gobierno y a sus denunciantes.
Bajo esta trama Jennifer Thorndike continúa con su libro Nuestras mujeres la lucha por justicia para las víctimas de esterilizaciones forzadas durante el régimen de Alberto Fujimori.
A propósito de la presentación de su obra en la Ciudad de México, la escritora y académica peruana plática con Vértigo sobre la importancia de exponer los abusos del poder, así como visibilizar a la salud como un derecho universal.
—¿Cuál es la importancia de visibilizar este tema?
—Fujimori estuvo preso muchos años por otros crímenes, pero por esta violación nunca fue juzgado; solo tenemos la investigación periodística y académica que se hizo; para mí hay un interés de visibilizar no solamente lo que sucedió, sino también qué llevó a que esto sucediera. Por eso elegí una narrativa desde la perspectiva de los victimarios, para poder conocer toda la estructura que hubo detrás de este proceso.
—¿Qué le llevó a escribir Nuestras mujeres?
—Siempre hay un interés detrás de todo lo que escribo para ver por qué suceden estas cosas. Ninguno de los hechos históricos, traumáticos y violentos surgen de la nada: hay una narrativa detrás, hay ciertas estructuras que están apoyando para que esto suceda. Para mí eso siempre es importante, quiero saber y exponer cómo surgen las cosas, para saber cómo cambiarlas. La literatura cumple en este caso esa funcionalidad a través de una historia de ficción que puede conmoverte y mostrarte la crudeza de lo que sucedió, que puede acercarte ya no a la fría estadística de cuántas mujeres fueron esterilizadas, sino ver qué está pasando, cómo y por qué actuaron así los médicos contra ellas. Creo que te puede causar empatía con las víctimas hasta decir “esto no puede volver a suceder”.
Impacto
—¿Qué temas se requieren para esa mayor empatía y visibilización?
—La salud pública es vital. Para mí eso fue mi punto de investigación en el doctorado, de cómo diferentes grupos no tienen acceso, y si lo tienen es muy malo y sufren abusos. En el tema de la equidad de género implica mucho trabajo y necesita de mucha gente comprometida para que esto suceda. En este sentido, trato de hacer lo que está en mis manos desde mi trabajo profesional y mi literatura.
La idea, dice Thorndike, “es también visibilizar cómo las estructuras han contribuido a que no se pueda alcanzar esa equidad. Creo que es importante analizar qué impide generar nuevas políticas y narrativas. Los temas que me gustan tratar a través de la literatura se refieren al abuso del poder. En mis otras novelas he explorado el abuso entre mujeres, que es algo de lo que no se habla tanto; siempre trato de mostrar ese lado crudo y descriptivo, porque siento que así se logra un impacto en el lector”.
Thorndike es reconocida como parte del movimiento #NewLatinoBoom en Estados Unidos. También ha ganado el Hatch Award por su trabajo creativo y académico y el Team Player Award por su trabajo por la diversidad y la justicia social, ambos en el área de educación superior. Actualmente vive en Filadelfia y es directora asociada del Student Center for Diversity and Inclusion en Drexel University.