LOS ILLUMINATI

Sergio Pérezgrovas
Columnas
Illuminati

La verdad es raramente pura y nunca simple.

Oscar Wilde

Adam Weishaupt nació en el seno de una familia judía en 1748. Su padre era rabino, pero murió cuando él tenía cinco años, por lo que su educación estuvo a cargo de su padrino, Johann Freiherr, quien influyó en el pequeño y a los siete años comenzó su educación formal con los jesuitas.

Cuando cumplió 20 años ya era doctor en Derecho por la Universidad de Ingolstadt. Ahí se convirtió en maestro de Derecho.

El Papa Clemente XIV suspendió en 1773 la orden de los jesuitas y Adam se convirtió en profesor de Derecho Canónico, un cargo que solo ocupaban los pinches curitas revoltosos.

Para 1776 Weishaupt fundó los Illuminati de Baviera. Cambió su nombre por el de “Hermano Espartano”. Y aunque los historiadores no se ponen de acuerdo se supone que la orden seguía la estructura militar jesuítica, donde se promovía la libertad de toda sociedad, combatiendo a la religión y fomentando el racionalismo. Era una sociedad completamente secreta, con espías y contraespías.

Adam se infiltró en la logia masónica para desde ese lugar influir en el pensamiento imperante. Él es el creador del símbolo del “Nuevo Orden Mundial”, realizado con una pirámide por arriba del texto y con un triángulo con un ojo dentro que todo lo ve (muchos años después, George Orwell lo retoma con su 1984). Si la imagen te resulta familiar es porque es el dorso de los billetes de un dólar.

Según yo, es el origen del comunismo. Aquí les muestro algunos de sus preceptos:

Abolición de la monarquía y todo gobierno organizado.

Abolición de la propiedad privada.

Abolición de la herencia.

Abolición del patriotismo.

Abolición de la familia, educación comunal para los niños.

Abolición de la religión.

Por supuesto que tuvo sus detractores y enemigos acérrimos. Entre ellos se encontraba el mismísimo Hegel. Posteriormente su teoría fue creada por el Manifiesto Comunista que publicaron Carlitos Marx y Federico Engels en 1848, que son las bases del socialismo científico. Los capitalistas de Occidente dieron gran apoyo a las teorías del comunismo de Marx porque se había gestado la perfecta antítesis de la Tesis Occidental y estaban dispuestos a comenzar un sistema híbrido: la síntesis, mejor conocida como el Nuevo Orden Mundial.

Cuando llegó al poder el príncipe Karl Theodor la orden de los Illuminati fue ilegalizada. Era 1785, menos de una década después de su fundación.

Las teorías conspirativas han pululado desde tiempos inmemoriales, pero con el uso del internet se han dosificado vertiginosamente.

Adam Weishaupt fue despojado de su puesto y exiliado en Gotha, Turingia. Murió en 1830.

Para 1962 se publicó un texto que lleva por título Principia discordia y promovía un sistema de creencias alternativo al que se llamó “Discordianismo”. Lo que busca es el anarquismo y la desobediencia civil. Lo que ellos hacían era mandar cartas falsas (fake news). Por ejemplo, afirmaban que el asesinato del presidente Kennedy era obra de los Illuminati. Hay varios libros de ficción al respecto. El más difundido es el de Dan Brown, Ángeles y demonios, que se publicó en 2000, al que le siguieron dos libros más: El código Da Vinci y Origen. Se han realizado ya varias películas con el actor que interpreta a Robert Langdon, Tom Hanks.

Hoy el mundo de internet y de las redes sociales está lleno de noticias falsas, que lo que buscan es desestabilizar al mundo como lo conocemos. ¿Será que detrás de esto están los Illuminati?

Iniciación

En la colonia Santa María la Ribera, muy cerca de la calzada de San Cosme, en una vieja casona porfiriana, había una reunión de los Illuminati. Era una iniciación de un joven miembro, quien tenía que pasar por algunas pruebas que la secta aplicaba con los aspirantes.

El nuevo orden mundial pedía fiel secrecía para poder difundir sus teorías conspirativas, pero al parecer el joven se fue de lengua suelta y sus dirigentes lo supieron a tiempo, así que tomaron un cuchillo, lo pusieron en una especie de altar y lo apuñalaron.

Cada illuminati le dio un tajo, lo que acabó rápidamente con el pobre incauto. Pero no sabían que el muchacho llevaba un GPS en el zapato, así que Tris, aunque llegó tarde, encontró a todos los involucrados viendo cómo acuchillaban a su víctima con sendas navajas. Sacó su Glock y su .35 especial y vació sus cartuchos. Ellos eran 16; dos de ellos trataron de detenerlo con sus armas blancas, pero Tris era más rápido, así que acabó con todos; fue una masacre.