HOJAS DE OTOÑO: UNA ODISEA MELANCÓLICA EN LA RUTINA COTIDIANA

Francisca Yolin
Columnas
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CINE

Aki Kaurismäki, el legendario director finlandés, nos sumerge en una odisea melancólica con su última obra, Hojas de otoño. En solo 81 minutos nos presenta una comedia romántica, seca y divertida, impregnada de elementos pop, que a primera vista parece ligera, pero se desenvuelve en medio de un telón de fondo desgarrador.

La historia se desarrolla en un paisaje industrial y frío, donde los personajes luchan contra la rutina, la desesperanza y la devastación, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania.

La trama sigue a Ansa, interpretada por Alma Pöysti, una empleada de supermercado que marca productos caducados para su cena nocturna solitaria. La monotonía de su vida se entrelaza con la de Holappa, que interpreta Jussi Vatanen, un trabajador de construcción con una botella de licor siempre al alcance.

Aunque la película se presenta como una comedia y un romance, la mayor parte de su duración se despliega como una serie de desilusiones y oportunidades perdidas. La conexión entre Ansa y Holappa, forjada en un bar de karaoke, se ve obstaculizada por sus propias luchas personales: la actitud de Holappa y la situación económica de Ansa.

Kaurismäki utiliza elementos visuales y musicales para expresar el profundo anhelo de estos personajes. La música, desde actuaciones de karaoke hasta la destacada participación de la banda finlandesa de indie-pop Maustetytöt, se convierte en un vehículo para transmitir la desesperación no expresada y la creciente sensación de que hay más en la vida. Los personajes, aunque dibujados con líneas simples, emanan una profunda humanidad y un anhelo de descubrimiento personal, algo que permanece latente bajo sus fachadas de sobriedad.

Viaje

La película también destaca la habilidad distintiva de Kaurismäki para mantenerse fiel a su estética única a lo largo de las décadas. Sus películas, aparentemente simples en sus historias y personajes, esconden profundidades inexploradas que se revelan con el tiempo. Hojas de otoño se convierte así en una de sus obras más representativas, donde la vida bulle bajo las superficies aparentemente simples, conformando tanto su mantra estético como su tema central.

No es exagerado decir que Hojas de otoño es una obra magistral que encapsula la esencia del cine de Aki Kaurismäki. En este viaje por la cotidianidad desesperanzada de sus personajes el director finlandés logra transmitir la complejidad de la existencia humana a través de la simplicidad aparente.

La película nos invita a reflexionar sobre la desilusión, la conexión humana y la búsqueda de significado en un mundo que a menudo parece frío y despiadado.

Con su característica mezcla de comedia, romance y melancolía, Hojas de otoño se convierte en una pieza fundamental en la rica filmografía de Kaurismäki, reafirmando su posición como un maestro del cine contemporáneo.