Cuando reconozco a un hermano en mi prójimo, solo entonces soy hombre.
Fiódor Dostoyevski
¿Alguna vez te has preguntado si el orden de tu nacimiento en la familia afecta en algo a tu personalidad? Un estudio liderado por Michael Ashton, de la Brock University, y Kibeom Lee, de la Universidad de Calgary, descubrió que sí existen vínculos entre los rasgos de personalidad, el orden de nacimiento y el tamaño de la familia.
La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó los datos de cientos de miles de participantes y reveló que los individuos de familias numerosas tienden a mostrar niveles más altos de rasgos relacionados con la honestidad y la amabilidad.
Además, los niños nacidos en el medio obtuvieron puntuaciones más altas en rasgos de cooperación y modestia en comparación con sus hermanos mayores, sus hermanos más chicos o bien las personas que son hijos únicos.
Ashton y Lee se basaron en dos conjuntos de datos de un estudio realizado a gran escala y recopilados por medio de internet a través de una plataforma de evaluación de la personalidad.
La primera muestra incluía a más de 710 mil adultos, mientras que la segunda estaba formada por casi 75 mil participantes. Ambas muestras estaban compuestas principalmente por participantes de habla inglesa procedentes de países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia. Los participantes facilitaron información demográfica, incluido su orden de nacimiento (categorizado como hijo único, mayor, menor o mediano), edad y sexo. El análisis reveló varios patrones consistentes que relacionaban los rasgos de personalidad tanto con el orden de nacimiento como con el tamaño de la familia.
Sutiles
Los participantes nacidos en el medio obtuvieron las puntuaciones más altas en honestidad, humildad y amabilidad, rasgos que reflejan la modestia, la justicia y el comportamiento cooperativo. Estos resultados se mantuvieron en ambas muestras.
Después de los hijos de en medio, las puntuaciones más bajas correspondían a los hijos menores, los mayores y los hijos únicos.
El tamaño de la familia también resultó ser un factor significativo. Los participantes de familias numerosas tendían a mostrar niveles más altos de honestidad-humildad y agradabilidad.
Estos resultados sugieren que crecer con más hermanos puede fomentar las tendencias sociales y cooperativas, debido potencialmente a las mayores oportunidades de interacción y a la necesidad de compartir recursos y responsabilidades.
Curiosamente, el estudio descubrió que los hijos únicos puntuaban más alto en apertura a la experiencia, un rasgo asociado a la curiosidad intelectual y la creatividad. Dentro de familias del mismo tamaño, los hijos mayores también tendían a puntuar ligeramente más alto en apertura en comparación con sus hermanos pequeños. Estas diferencias en apertura pueden deberse a la mayor estimulación intelectual que suelen experimentar los hijos únicos o a las responsabilidades y expectativas añadidas que se depositan en los primogénitos.
Aunque las diferencias en otros rasgos de personalidad eran en general menores, el estudio observó algunos patrones adicionales. Por ejemplo, los hijos del medio tendían a puntuar ligeramente más alto en extraversión que los hijos únicos; y los hermanos mayores eran marginalmente más concienzudos que sus homólogos más jóvenes.
Estos resultados, aunque menos pronunciados, ponen de relieve las sutiles formas en que la dinámica familiar puede moldear la personalidad.