HELLDIVERS Y LA REPRESENTACIÓN DEL TOTALITARISMO EN LOS VIDEOJUEGOS

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Despiertan a bordo de una nave tras estar en un estado de criogenización durante un periodo indeterminado. Se les asigna una misión y, sin más demora, preparan su arsenal: armas, explosivos y artillería; todo lo necesario para cumplir con sus objetivos. Después se meten en una cápsula desde la cual son disparados hacia un planeta. Ya con las botas en el suelo se enfrentan a sus enemigos utilizando todo a su disposición para exterminarlos.

Si alguno cae en combate, el proceso se repite sucesivamente hasta garantizar el éxito de la misión o hasta que se agoten sus efectivos. Sus vidas están al servicio del gobierno. Se llaman Helldivers (Buceadores del Infierno) y son los protagonistas de la saga de videojuegos Helldivers. Estos marines espaciales, controlados por los jugadores, luchan por la Super Tierra (el planeta Tierra) contra varias amenazas alienígenas en defensa de la democracia… o al menos ese es el discurso para justificar el imperialismo de ella.

Un aspecto que ha hecho atractivo a este videojuego se encuentra en la sátira política que hace del totalitarismo. La galaxia es dominada por el gobierno unitario de la Super Tierra. Este se conduce bajo la democracia gestionada, un sistema político que mantiene la apariencia externa de procesos democráticos, mientras que el poder permanece concentrado en manos de las élites. Las elecciones y el proceso de votación son administrados por una Inteligencia Artificial (IA), la cual examina a cada votante y lo asiste para que vote por el candidato que mejor se acomode a su perfil. En términos prácticos, la IA decide al final los resultados.

Esto contrasta de manera notable con lo que el jugador escucha en los discursos dentro del videojuego, en donde la palabra democracia suena en todos lados, lo que refleja su fuerte valor como herramienta discursiva. El gobierno hace uso extenso de la propaganda para hacerle creer a sus ciudadanos que son libres y que luchan para garantizar la preservación de un Estado democrático. Las campañas militares, las batallas en cada planeta y los millones de sacrificios humanos se hacen en nombre de la democracia. Los enemigos (alienígenas, robots y disidentes) representan una amenaza constante que solo se puede solucionar con su exterminio.

Crítica a la realidad

El videojuego inserta narrativas que reducen a los antagonistas a todo aquello que pone en riesgo los ideales de la Super Tierra: son antidemocráticos, son comunistas, no votan, entre otras categorías.

Los desarrolladores del videojuego no lo dejaron abierto a interpretaciones, el gobierno por el que miles de jugadores luchan es una clara referencia al totalitarismo. Esta entidad política también toma elementos de otros gobiernos totalitarios en la ficción como en Starship Troopers (1997). En una conferencia, Johan Pilestedt, exCEO de Arrowhead (desarrolladora de Helldivers), mencionó que detrás del videojuego había un esfuerzo por parte de los creadores para que los jugadores pudieran reconocer las características de un estado totalitario.

Estas cuestiones hacen que Helldivers destaque no solo por su jugabilidad, sino por crear un estado totalitario ficticio que funciona como crítica a la realidad.

Hace poco Pilestedt reveló que después del éxito de la segunda entrega lanzada en 2024, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se acercó a los creadores para que hablaran sobre los riesgos de la manipulación, un elemento que aparece muy explícito en el videojuego. Esto permite analizar cómo los videojuegos pueden funcionar como un medio para ilustrar los riesgos asociados a ciertas ideologías y las manifestaciones totalitarias en los sistemas políticos.