“MUJERES, HAY QUE IR SIN MIEDO Y CON HUEVOS”

Martha Mejía
Columnas
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Mónica Borda

Con motivo del lanzamiento de su tercer libro, Sin miedo y con huevos, Mónica Borda, sicóloga (especialista en Neurosicoeducación y Neuroliderazgo), conferencista y autora, comparte con Vértigo su visión sobre el impacto del miedo en las mujeres, cómo enfrentar esta emoción y transformarla en una brújula personal que ayude a crecer y empoderarse.

—¿Por qué escribir sobre el miedo?

—Desde mi experiencia clínica con pacientes y en mis conferencias he visto cómo el miedo afecta a todos. Creo firmemente que el miedo es el cáncer de las emociones. Si me preguntaran cuál es la emoción que más daño le hace a las personas, definitivamente sería el miedo. Todos tenemos que aprender a vivir con él, ya que el miedo no se va, pero sí podemos aprender a gestionarlo. Mi propuesta es que esta emoción deje de ser un enemigo y se convierta en nuestra brújula.

—¿Cómo impacta el miedo en la vida de las mujeres?

—Las mujeres estamos brillando más que nunca: luchamos por nuestros emprendimientos, trabajamos, alzamos la voz contra la violencia y los abusos. Y en este proceso de transformación el miedo es una constante. Al hacer cambios significativos, ya sea como mujer o como ser humano, la primera emoción que sentimos es miedo. Las mujeres tenemos una gran oportunidad por delante, pero necesitamos aprender a gestionar ese miedo para impulsar el cambio y lograr la inclusión que buscamos.

—¿Cuáles son los miedos más comunes en las mujeres?

—Uno de los más recurrentes es que estando casadas abandonan su profesión y se quedan atrapadas en relaciones tóxicas o violentas por miedo a perder a sus hijos o a no tener ingresos. Otro miedo común es el de emprender un negocio. Muchas no tienen el conocimiento necesario sobre áreas como la administración o los impuestos, lo que genera inseguridad. También hay un miedo generalizado al rechazo, tanto a nivel personal como profesional. Muchas mujeres sienten el miedo de no ser aprobadas, ya sea en el trabajo o en su rol como madres, lo que las lleva a enfrentar “lutos emocionales” por tener que equilibrar su vida personal y profesional. Como mujeres pasamos por diferentes etapas de transformación, pero es fundamental superar esos miedos para lograr la inclusión plena.

Actuar

—¿Cómo afrontar el miedo?

—Primero, hay que aceptar que tenemos miedo. Luego hay que escribir los miedos: ¿a qué le tienes tanto miedo? Al final nos damos cuenta de que muchos de nuestros temores son creaciones mentales que viven en nuestra imaginación. El miedo está, pero no existe en la realidad. Mi propuesta es confrontar esos miedos. Hemos pasado por situaciones difíciles que no esperábamos y cuando esas cosas sucedieron las superamos. Así que la respuesta es actuar, no quedarnos paralizados.

En este sentido, dice Borda, “la terapia es una gran herramienta, pero si no es posible, los libros, como Sin miedo y con huevos; o simplemente hablar sobre el tema desde un lugar positivo, también puede ser muy útil. Sin embargo, las redes de apoyo deben ser también motivadoras, ya que es fácil caer en el juego de lamentarse y quedarse en el papel de víctima. Mi propuesta es que esas redes te impulsen a avanzar.

—¿Qué le dejó escribir este libro?

—Ver cómo las personas empiezan a compartir sus historias y a obtener resultados positivos en sus vidas es mi mayor recompensa. Cuando alguien recibe una mala noticia o atraviesa una situación complicada, puede sentirse invadido por el miedo de lo que podría suceder en el futuro. Esto puede llevarla a convertirse en una persona hipervigilante o controladora, tratando de evitar que algo malo vuelva a suceder. Pero mi propuesta es clara: hay que identificar ese miedo y liberarse de él. Esta emoción no te define, puedes recuperar tu confianza y seguir adelante. Si en algún momento adoptaste una personalidad que no te corresponde, puedes dejarla atrás y vivir “sin miedo y con huevos”.