LA GUERRA DE LAS GALAXIAS POLÍTICAS

Samuel Rodríguez
Columnas
GUERRA POLÍTICOS

El imperio y la rebelión parecen estar en plena confrontación por el control del universo llamado México. La disputa real se mantiene entre dos bandos, por lo que lo único cierto es que el 2 de junio el país tendrá por primera ocasión en su historia una mujer como titular del Poder Ejecutivo.

Como candidato, hasta el momento, Jorge Álvarez Máynez, por más que trate de proyectar lo contrario, no ha logrado despertar las simpatías necesarias para ser realmente competitivo, en tanto que desde la dirigencia de Movimiento Ciudadano (MC) Dante Delgado y los impulsores del movimiento fosfo fosfo lo han dejado solo.

Por su lado, las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez están concentradas en un intercambio de descalificaciones mutuas antes que en las propuestas, mientras que las encuestas, que comenzaron como un referente obligado de las preferencias, están relegadas por su escaso nivel de credibilidad real.

A su vez, los respectivos equipos de campañas de las candidatas se confrontan en lo que podría considerarse como un escenario paralelo en el plano mediático.

Por donde se vea, a menos de un mes de que se realice la jornada electoral no se percibe en el ambiente un ánimo activo por parte de los electores: en los hechos, las condiciones están dadas para que la elección más grande en la historia del país sea ganada por el abstencionismo. Se antoja difícil que más de la mitad del electorado acuda a las urnas, para con su voto legitimar el resultado de la jornada.

Certeza

A fin de cuentas, la realidad es que sin importar el número de votantes que acudan a las urnas, lo relevante será —más allá del resultado— la validez del proceso que habrá de concluir con la declaratoria emitida en este sentido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Hoy es claro que el máximo tribunal del país, en materia electoral, al momento se encuentra dividido, mientras que en el plano operativo el Instituto Nacional Electoral (INE) garantiza el desarrollo de la jornada electoral.

No se han detectado focos rojos en el plano nacional, aunque no debe descartarse la posibilidad de que algunas casillas no sean instaladas, sin que se logre comprometer el resultado de la jornada electoral.

Lo verdaderamente necesario al momento es contar con la certeza de que los magistrados electorales lograrán desarrollar la calificación del resultado de la jornada electoral de manera por demás escrupulosa y apegada a Derecho.

El 2 de junio se realizará la jornada electoral, pero posterior a ello tendrá lugar el proceso de recuento oficial y la calificación de la elección.

No se trata de nada nuevo, solo del cumplimiento cabal de un proceso que culminará con la declaración de validez y la entrega de la constancia correspondiente por parte del TEPJF.

Por lo pronto, en un símil de una de las sagas más exitosas de la historia del cine, en el enorme coliseo que es la arena política nacional parece desarrollarse una suerte de guerra de las galaxias políticas, en la que los personajes pueden ser acomodados al gusto de los espectadores.

Por lo que hace a la calificación de la jornada electoral, en el foro La elección presidencial en México frente a la justicia electoral el magistrado Felipe de la Mata Pizaña señaló que el TEPJF está listo para dotar de certeza jurídica a la elección presidencial, haya o no una impugnación, y nadie debe dudar de que analizará exclusivamente elementos jurídicos “sin ningún tipo de connotación política”. Apuntó que el TEPJF es la máxima instancia en la materia y, por tanto, sus resoluciones son definitivas e inatacables; tiene la facultad única de validar la elección presidencial.

Así de claro: la disputa electoral no concluye con la realización de la jornada electoral, sino con la calificación a cargo del TEPJF.

En tanto, la pugna por el control de la galaxia electoral está en marcha y cada bando desarrolla la estrategia que considera adecuada, a la espera de que la fuerza los acompañe.