Pocas veces un autor puede presentar temas tan crudos como el feminicidio con tal destreza que transforma su obra en un verdadero acto de lucha que contagia para sumarnos en una aventura dolorosa, pero necesaria.
Este es el sello de Dolores Reyes (Buenos Aires, 1978), escritora, docente y feminista argentina cuya obra ha cobrado relevancia por sus historias en torno de la violencia de género y la maternidad en América Latina.
Su primera novela, Cometierra (2019), fue un éxito que pronto se convirtió en best seller traducido a más de 14 idiomas.
A propósito de la presentación en México de su más reciente libro, Miseria, Reyes platica con Vértigo sobre el poder que tiene la literatura para visibilizar y sobre todo para no olvidar a todas aquellas víctimas que ya no están con nosotros.
—¿Por qué es importante visibilizar este asunto?
—Es un tema que nos atraviesa, que nos pone en peligro, que en definitiva solo el azar ha hecho que no nos encontremos con un feminicida. Pero, bueno, es un tema que necesitamos solucionar, ponerle fin definitivamente a toda esta violencia machista. Por eso de alguna forma se metió dentro de mi ficción.
—¿De dónde viene el acercamiento a este tema?
—Melina (Romero) y Araceli (Ramos) son dos chicas que vivían en Pablo Podestá (al noroeste del Gran Buenos Aires), que es el lugar donde transcurre mi primera novela. Ellas fueron víctimas de feminicidio. Esto me marcó un montón, por la proximidad de las chicas; de hecho, mi primer libro está dedicado a ambas.
En Cometierra, dice, “una joven tiene este don de ver qué ocurrió con personas que están desaparecidas o muertas. Solo tiene que tragar un poco de la última tierra que las víctimas tocaron para ver dónde están, si todavía viven o quién se las llevó”.
Serie
—¿Qué significado tiene su nueva novela para las mujeres?
—Es, por decirlo así, la continuación de la historia anterior. Se centra íntegramente en las mujeres. Sobre todo en aquellas que han sido silenciadas y violentadas de formas diferentes. Es una novela que busca dar voz justamente a la hija de un feminicidio, un personaje que se pone en la carne de todas esas mujeres a quienes les falta “alguien” y la buscan hasta que la encuentran.
—¿Qué sigue para este proyecto?
—El año que viene Cometierra va a ser una serie (en la plataforma Prime Video). Grabamos aquí, en México. Estoy muy emocionada. Son siete capítulos y me gusta muchísimo lo que estuve viendo de la filmación, es algo muy emocionante. También estoy trabajando en un libro de cuentos y en una tercera novela (de la saga) que se llamará Ana, un personaje de las dos novelas anteriores. Ana es la maestra desaparecida en Cometierra y es una figura de mucho cariño, muy presente en la vida y más allá de la vida de la protagonista; es un personaje que vive en sueños y que la acompaña siempre.