EVITA

Sergio Pérezgrovas
Columnas
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Eva Perón

Todas las personas mueren, pero no todas realmente viven.

William Wallace

Eva Perón, conocida como Evita, es una de las figuras más emblemáticas de la historia argentina: nacida el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, se convirtió en un símbolo de lucha y justicia social en su país.

Su vida estuvo marcada por su activismo político, su trabajo en favor de los derechos de las mujeres y los pobres, y su papel como primera dama durante la presidencia de su esposo, Juan Domingo Perón.

Después de su muerte el 26 de julio de 1952 a causa de un cáncer de cuello de útero, la historia de Eva Perón dio un giro inesperado. Su cuerpo fue sometido a un proceso de momificación que se convertiría en un tema de controversia y fascinación.

La momificación se llevó a cabo con el objetivo de preservar su cuerpo para que pudiera ser exhibido en un mausoleo que se estaba construyendo en su honor en Buenos Aires.

El proceso de embalsamamiento fue dirigido por el médico forense argentino Pedro Ara, quien utilizó técnicas avanzadas para la época. Se dice que el tratamiento de conservación buscaba evitar la descomposición y mantener la imagen de Evita intacta.

Sin embargo, el resultado no fue el esperado: el cuerpo de Evita sufrió daños significativos debido a las técnicas utilizadas y a la falta de un ambiente adecuado para su preservación.

La decisión de embalsamar a Eva Perón generó gran controversia. Muchos la consideraron una forma de idolatría, mientras que otros vieron en ello una manera de mantener viva su memoria y legado. Durante el periodo en que su cuerpo estuvo exhibido en el Ministerio de Trabajo miles de personas se acercaron a rendir homenaje a la figura de Evita. Su imagen, llena de carisma y fuerza, resonaba en el corazón de muchos argentinos, quienes la veían como una defensora de los derechos de los más desfavorecidos.

Sin embargo, la situación política en Argentina cambió drásticamente tras la caída de Juan Domingo Perón en 1955. El nuevo gobierno militar, que tomó el control del país, decidió ocultar el cuerpo de Eva Perón. En un intento por despojar a Perón y su legado de todo símbolo de poder se trasladó el cuerpo de Evita a un destino desconocido. Durante años su paradero fue un misterio y se convirtió en un tema de especulación.

Finalmente, en 1971 el cuerpo de Eva Perón fue encontrado en un cementerio en Italia, donde había estado enterrado bajo un nombre falso. Fue enviado de regreso a Argentina en 1974, tras la muerte de Juan Domingo Perón, y finalmente fue sepultado en la Catedral de Buenos Aires, donde reposa hoy en día, en un mausoleo que honra su memoria.

Legado

La momificación de Eva Perón no solo es un episodio peculiar en la historia argentina, sino que también refleja las pasiones y divisiones políticas del país. A lo largo de las décadas su figura ha sido objeto de análisis, admiración y controversia. Para muchos, Evita sigue siendo un símbolo de la lucha por la justicia social y los derechos de las mujeres, mientras que para otros su legado está íntimamente ligado a la figura autoritaria de su esposo.

El impacto de Eva Perón en la cultura popular también es innegable. Su vida ha sido retratada en libros, películas y obras de teatro, siendo Evita, el musical de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, uno de los más conocidos a nivel internacional. La imagen de Evita con su cabello rubio y su estilo elegante continúa siendo una representación poderosa de la lucha por la equidad y la justicia.

A pesar de los años, el nombre de Eva Perón sigue evocando emociones intensas y divisivas en Argentina. Su momificación, un acto que buscaba eternizar su figura, se ha convertido en un símbolo de la complejidad de su legado. La historia de Eva Perón es un recordatorio de cómo las figuras públicas pueden ser recordadas y reinterpretadas a lo largo del tiempo, y cómo la memoria de un individuo puede permanecer viva mucho después de su muerte.

La momificación de Eva Perón es un capítulo fascinante y trágico en la historia argentina. Representa no solo la devoción de su pueblo, sino también las tensiones políticas y sociales que caracterizan la historia del país. Evita sigue siendo una figura controvertida y admirada, y su legado perdura en la memoria colectiva de Argentina y más allá. Su vida y su muerte han dejado una marca indeleble en la cultura y la política del país y su historia sigue siendo objeto de estudio y reflexión en la actualidad.