ESCÁNER PARA FALLAS ELECTRÓNICAS Y ELÉCTRICAS EN MOTOCICLETAS

J. Alberto Castro
Columnas
FALLAS ELÉCTRICAS MOTOS

En México circulan casi siete millones de motocicletas, lo que significa que el parque vehicular de este tipo de transporte creció 15% entre 2022 y 2023, mientras que los expertos consideran que la tendencia en nuestro país por adoptar un mayor uso de la motocicleta seguirá en aumento.

De hecho, la motocicleta representa ya casi 13% de la flota de vehículos en México y experimenta el mayor incremento en ventas dentro del sector.

Se calcula que 80% —o sea, más de cinco millones— de unidades se utiliza para actividades relacionadas con el trabajo, ya sea para el transporte diario al lugar de empleo o para prestar servicios que generan ingresos, como mensajería, entrega de productos y alimentos.

Salta a la vista que este sector de vehículos requerirá de la generación de nuevos especialistas capaces de identificar fallas electrónicas y mecánicas de los distintos modelos y marcas.

Los jóvenes ingenieros y tecnólogos tienen una oportunidad de oro para innovar ante la necesidad de tecnologías y mano de obra especializada en el diagnóstico preventivo y correctivo de fallas de manera rápida, eficaz y asertiva.

En este sentido, un grupo de egresados de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) concretó la creación de un banco de pruebas capaz de identificar problemas en los componentes eléctricos y electrónicos del sistema de arranque de estos vehículos, particularmente de gama baja.

Iván Antonio González Rentería, Ángel Eleazar Flores Santos y Jesús Olvera Lona son los inventores del detector de fallas compatible para motores desde 125 cc (centímetros cúbicos) hasta 200 cc de potencia que cumplan con las características y requerimientos del sistema de control.

Cabe aclarar que estos jóvenes politécnicos cursaron los primeros siete semestres de la Ingeniería de Sistemas Automotrices, en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica Eléctrica (ESIME), unidad Zacatenco.

Muy importante es conocer a detalle cuáles son las funciones de esta suerte de escáner que sirve para poder revisar el estado de la batería, voltaje, marcha, solenoides, así como la descarga del capacitor (CDI), que serían las bujías y bocinas de encendido, alta y pulsante. El banco también analiza por separado la batería, el regulador y el estator, todo con gran precisión para detectar desperfectos con rapidez y exactitud.

Los politécnicos fueron asesorados por Blanca Rosa Briseño Tepepa y Juan Mendoza Camargo, maestros de UPIITA, y en el curso de seis meses lograron armar el banco de pruebas con revisión de estado del arte, construcción de la estructura con sensores, botones y pantallas LCD para diagnósticos, así como arneses en 3D para la colocación de los componentes a revisar.

El prototipo es una realidad que al igual de un escáner profesional y sofisticado como el FCAR F7S-M (última herramienta de diagnóstico integrada y desarrollada por FCAR para detectar fallas en los sistemas de control electrónico de motocicletas), es capaz y disponible para diagnosticar más de 90% de los modelos de marcas de motocicletas como Italika, Yamaha, Suzuki, Honda, BMW, Ducati, Kymco, KTM, Aprilia y Kawasaki, entre otras.

La innovadora idea de estos noveles emprendedores del IPN busca alcanzar un sistema electrónico que además de detectar los problemas de los componentes eléctricos y electrónicos de las motocicletas, también puede inducir fallas para reconocerlas y realizar el diagnóstico para estudiar y prevenir probables daños y piezas defectuosas.

Otro de sus propósitos es lograr la fácil y simplificada operación del equipo y que además esté a la altura de las necesidades de los grandes talleres de mantenimiento y de las instituciones de capacitación.

Oportunidad

Mientras se dan los pasos necesarios para proteger la propiedad intelectual e industrial del banco de pruebas o escáner de fallas en motocicletas y se le promueve como un dispositivo con gran potencial comercial entre los fabricantes dedicados a la producción de estos aparatos, sus creadores han decidido que el prototipo sea donado al laboratorio de Sistemas Automotrices de la UPIITA para que otros estudiantes del IPN se animen a innovar en el campo de la tecnología.

Además, los egresados de la carrera de Ingeniería en Sistemas Automotrices consideran que el banco de pruebas abre otras áreas de oportunidad para la investigación, que permita la caracterización de componentes, eficiencia, consumo de gasolina, emisión de contaminantes, desarrollo de catalizadores o guía de sensores para este tipo de vehículos, los cuales, en la mayoría de los casos, carecen hasta de instructivo.

Visualizar este dispositivo como una inversión segura y prometedora descansa en la previsión de que en 2030 al menos 20% de la población usará motocicletas como medio de transporte para solucionar sus problemas de movilidad.

Nada más en México la producción anual de este tipo de vehículos se aproxima a las 700 mil unidades.

Otro beneficio de gran utilidad de este banco de pruebas, dicen sus creadores, radica en que la mayoría de los diagnósticos que se hacen en los talleres mecánicos se basan solo en la experiencia, por lo que resultan ser poco acertados respecto de la vida útil de componentes que son fácilmente desechados, lo que contribuye a generar mayor cantidad de basura electrónica.

El avance de la tecnología alcanza a todos los aspectos de nuestra vida, por lo que es muy normal que se integre al mundo de las motos y sus accesorios.

Por eso resulta loable la iniciativa de estos recién graduados ingenieros automotrices: estamos frente a un campo y un mercado que exige accesorios tecnológicos para motos más novedosas y útiles, para hacer la conducción en dos ruedas más segura, agradable y cómoda.

En los últimos años los grandes actores de la industria siempre buscan ir más allá e impulsar la innovación. En este sentido, los fabricantes de motocicletas han puesto el foco en lograr importantes avances tecnológicos en seguridad activa y perfeccionamiento y eficiencia de la electrónica.

Hoy por hoy los elementos tecnológicos más innovadores van desde sistemas TPMS que alertan al piloto en caso de que la presión de algunos de los neumáticos no sea la correcta, hasta el sistema Cornering ABS, un complemento de los frenos que evita perder el control en las frenadas en curvas.

En el tema de la conducción hay un paradigma interesante, porque hay modos para adaptar el comportamiento de la moto en viajes, superficies mojadas, conducción deportiva y off road. Esto permite personalizar las prestaciones de la moto, adecuándolas a nuestro estilo de pilotaje y las condiciones del camino.

El embrague antibloqueo ha dejado de ser exclusivo de motos lujosas y se ha extendido a otros segmentos. Su ventaja es que ayuda a que la rueda trasera no quede bloqueada al reducir la marcha, evitando caídas. La tecnología LED abarca cada vez más modelos y más segmentos, brindando un mayor y mejor campo de visión. También colabora con la seguridad del conductor al hacerlo más visible, por ejemplo, con cascos que incorporan iluminación LED.

Los frenos delanteros de doble disco, la inyección electrónica y los frenos ABS son sistemas ya incorporados en motos de todos los segmentos, pero que en su momento se constituyeron como grandes avances.

Así las cosas, bienvenida la innovación en un medio de transporte que es todo un estilo de vida.

Motocicletas en México

Al menos 70% de las motocicletas en circulación en el país tienen una cilindrada de entre 51 y 125 cc, mientras que 25% son motocicletas de 126 a 250 cc.

La industria proyecta la venta de 1.3 millones de motocicletas este año y aumentar las ventas anuales entre 8 y 10 por ciento.

Para 2030 más de 20% de la población usará motocicletas como medio de transporte y para solucionar sus necesidades de movilidad.

Fuente: Asociación Mexicana de Fabricantes e Importadores de Motocicletas (AMFIM)