DESAFIANTES, ENTRE EL TENIS Y LA TENSIÓN SEXUAL

Francisca Yolin
Columnas
Compartir
DESAFIANTES TENIS

El director Luca Guadagnino (Call Me By Your Name) regresa con Desafiantes, una película que ofrece una sensual mezcla de tenis, complejas relaciones personales y guerra sicológica. Después de un frustrado estreno en 2023 debido a la huelga de guionistas, finalmente recibe un lanzamiento tardío y bien merecido, destacándose como una de las mejores películas del año gracias a las sensacionales actuaciones de sus tres protagonistas.

La trama gira en torno de Tashi Duncan, interpretada por Zendaya, una exprodigio del tenis que ahora es entrenadora, y su esposo campeón, Art Donaldson, que interpreta Mike Faist y quien atraviesa una racha de derrotas.

Para impulsar su confianza antes del Abierto de Estados Unidos, Tashi lo inscribe en un torneo Challenger de bajo perfil. Sin embargo, su plan se complica cuando Art debe enfrentarse a su exmejor amigo, Patrick Zweig (Josh O’Connor), cuya vida y carrera en el tenis no han salido según lo planeado.

El guion, escrito por el dramaturgo y novelista Justin Kuritzkes, está brillantemente estructurado. Comienza con el torneo Challenger para luego retroceder en el tiempo y revelar cómo los personajes se conocieron por primera vez en su adolescencia.

A lo largo de la película se revelan gradualmente detalles de sus vidas en los años intermedios. El guion se desenvuelve como un partido de tenis en sí mismo, con nuestras simpatías cambiando frecuentemente entre los personajes, quienes buscan obtener ventaja tanto dentro como fuera de la cancha.

Maestría

Lo que emerge es una relación central fascinantemente compleja y desordenada, que pasa de ser encantadoramente juguetona a tensa e insoportable. El guion se niega a tomar partido en cuanto a quién apoyar, lo que hace que los tres protagonistas sean intrigantemente imperfectos.

A lo largo de la película se percibe claramente que Guadagnino disfruta realmente de su trabajo, encontrando formas originales de dinamizar las escenas de tenis y divirtiéndose con los momentos románticos.

Las actuaciones son excepcionales, con una química fuera de serie entre los tres protagonistas. Zendaya destaca especialmente, transmitiendo la frustración de su personaje por su carrera truncada debido a una lesión en cada escena.

El filme está bellamente filmado, con una cinematografía bañada por el sol de Sayombhu Mukdeeprom. Además, la música electrónica muy atmosférica de Trent Reznor y Atticus Ross eleva aún más la tensión de la película, y se utiliza de manera creativa para subrayar no solo las escenas de tenis, sino también los momentos de diálogo.

Sin duda, Desafiantes es un triunfo para Guadagnino, quien demuestra su maestría una vez más.