EL SELLO PROPIO ES VISIBLE; EL SEGUNDO PISO PODRÍA SER MEJOR QUE EL PRIMERO

“Un panorama claro para reorientar y ajustar el camino”.

Columnas
Share
4T

Quienes persisten en no apreciar que la presidenta Claudia Sheinbaum corrige algunos puntos de la Cuarta Transformación (4T), pero mantiene el rumbo sin que ello se traduzca en el rompimiento que esperan los adversarios —no solo de la actual administración sino de la 4T en general—, no observan con claridad el panorama: todo indica que el segundo piso no será una copia fiel del primero.

Los ajustes están a la vista. En primera instancia hay que destacar que ante el evidente desabasto de medicamentos se puso en marcha una compra consolidada y se estableció un plazo para superar la situación.

En el plano social, el caso de Acapulco resalta la realización de recorridos terrestres y eventos con la participación de ciudadanos, ligados al establecimiento puntual de compromisos enfocados en la recuperación del principal destino turístico del Pacífico mexicano.

En el plano administrativo, sin hacer mayor estridencia, se frenó la descentralización de dependencias como la Secretaría de Educación Pública (SEP), en tanto que en lo que corresponde a Mexicana de Aviación se busca la recuperación de la aerolínea luego de que tuvo un reinicio incierto que obligó a la suspensión de un número importante de sus frecuencias.

Por otra parte, resulta por demás destacable que la presidenta tiene clara la importancia de reunirse no solo con los gobernadores emanados de la 4T, sino también con los presidentes municipales.

Esto al tiempo que, ante eventuales desacuerdos en el Legislativo que implicaron tanto a diputados como a senadores de la 4T, ha tenido el tino de llamarlos a ser mesurados como una vía para evitar escisiones.

Sin dejar de mencionar el diálogo que ha sostenido con los consejeros del INE para hablar sobre la elección de junio próximo, dejando en claro que debe prevalecer la austeridad republicana y los recursos económicos con los que se cuenta.

Experiencia

Por donde se quiera ver, en poco más de 100 días del inicio de su periodo de gobierno Sheinbaum ha dado señales claras que confirman su compromiso de dar continuidad a la 4T.

Sin embargo, algunas de las medidas que ha tomado permiten apreciar que está dispuesta a corregir el rumbo, sin mayor estridencia o sobresaltos, porque a fin de cuentas su experiencia como gobernante, aunada a la evaluación de los resultados obtenidos por su antecesor, le permiten contar con un panorama claro para reorientar y ajustar el camino, y en su caso realizar las correcciones necesarias.

Un caso especial, por las implicaciones que tiene en los planos moral y jurídico, es el del hasta ahora titular del Instituto Nacional de Migración (INM), cuyo relevo se ha pausado debido a que por una parte el organismo será objeto de una profunda transformación, en tanto que al momento el comisionado Francisco Garduño aún no termina de superar en los planos administrativo y legal el episodio del incendio en la estación de Ciudad Juárez que dejó 40 migrantes muertos. Sergio Salomón Céspedes Peregrina espera el momento de asumir esa posición.

Lo evidente, en lo que hace al desempeño general de la presidenta Sheinbaum, es que quienes esperan un rompimiento de lanzas o un cambio de rumbo pueden ponerse cómodos a esperar.

No habrá golpe en la mesa ni giro en el timón. Pero conforme avance el tiempo se terminará por definir con claridad el particular estilo de gobernar de la presidenta, aunado a su determinación del denominado segundo piso de la 4T, que por algo lleva esa denominación en lugar de haber quedado como simple continuidad, lo que implica el reto de que en este caso la segunda parte sea mejor que la primera.