En el deporte motor internacional hay dos representantes mexicanos: uno está dando pena en la Fórmula Uno, y me refiero a Sergio Checo Pérez; y el otro nos está regalando tremendas satisfacciones en la IndyCar Series, y ese es Patricio Pato O’Ward.
Lamentablemente muchos creen que los mejores pilotos del mundo están en la F1, pero no es así. Yo les garantizo que muchos de los pilotos de IndyCar pueden hacer mejor papel en la Fórmula Uno que algunos de los que están por ahí casi de relleno.
No tengo duda de que O’Ward es uno de esos pilotos de IndyCar que bien pueden ocupar un asiento en la máxima categoría del automovilismo. Y no solo yo tengo esa sensación, sino también la gente de McLaren, que lo tiene como su piloto reserva y como su superestrella en la categoría Indy.
No es un secreto que para ser piloto en cualquiera de las categorías del deporte motor se necesitan tres cualidades: talento, valentía y regularidad.
O’Ward, tiene de sobra esas tres características.
Antecedentes
Si volteamos a ver el retrovisor y damos cuenta del pasado inmediato de O’Ward notaremos que es un pilotazo.
Por ejemplo, en las 500 millas de Indianápolis (legendaria competencia del automovilismo) Pato quedó en segundo lugar luego de una feroz competencia con Josef Newgarden, con quien hasta el último suspiro arriesgó el pellejo.
Fue tal la actuación del piloto mexicano en el óvalo del Motor Speedway, que se llevó la ovación de los aficionados más exigentes. Hasta el propio Newgarden le dedicó a O’Ward palabras de enorme caballerosidad.
En otra competencia, hace pocos días en Mid-Ohio, Pato ganó con personalidad lo que significó su segundo triunfo de la temporada y, es cierto, suena a poco, pero muchos pierden de vista que quizás es más difícil ganar en una categoría como la IndyCar que en la Fórmula Uno.
Aquí me parece importante destacar la parte de la regularidad. Carrera tras carrera en la IndyCar Pato se nota como un piloto competitivo, capaz de alcanzar el éxito. Yo creo que principalmente, esa virtud, es la que le falta a Checo Pérez con Red Bull.
Ahora, usted seguramente se preguntará: ¿por qué McLaren no asciende a O’Ward a la F1? ¡Bueno! Como le decía al principio de esta colaboración, en la Fórmula Uno no necesariamente todos son grandes pilotos, muchos de ellos ocupan un asiento porque llegan cargados de millones de dólares para su escudería o equipo. En este sentido, sí me gustaría dejar en claro que este fenómeno no es nuevo: es una práctica o estrategia de negocio que ya tiene mucho tiempo imperando.
Lamentablemente O’Ward no tiene el respaldo de una empresa de gran talla; y bajo esa tesitura él mismo lo reconoció diciendo que “estar en la Fórmula Uno está fuera de mi control, porque yo no traigo 30 millones de dólares a un equipo”, en una entrevista con los colegas de ESPN.
Motivos hay para pensar que O’Ward puede estar en la F1, pero como se dará cuenta el talento no lo es todo.
Yo le invito a que, si es fanático del deporte motor, siga a este otro piloto mexicano y verá que difícilmente se llevará una decepción.