Las Águilas de Filadelfia son los nuevos campeones de la NFL. Lo hicieron de manera contundente al destronar a los Jefes de Kansas City, que llegaban como bicampeones. Así tomaron revancha de su derrota de hace dos años en el mismo escenario de Super Bowl y conquistaron su segundo título en la historia de la franquicia.
Su victoria 40-22 en el Caesars Superdome de Orlando el 9 de febrero no es lo que se esperaba del partido. Solo hubo un rival en el emparrillado y esos fueron los Eagles. Hicieron un planteamiento perfecto del juego, donde neutralizaron por completo a la ofensiva de Kansas comandada por Patrick Mahomes. Incluso llegaron a estar 34-0 en el tercer cuarto, antes de bajar la revolución y empezar a rotar a sus jugadores.
La defensiva de Filadelfia mantuvo a los Jefes con nueve series consecutivas sin puntos para neutralizarlos, la peor marca en las estadísticas personales de Mahomes. Ellos fueron el diferencial del partido. Josh Sweat, con sus seis tacleadas y dos capturas a Patrick, bien le pudieron merecer el MVP del partido.
Mientras que se hablaba de la gran defensa que tenían las Águilas y su gran poder terrestre a la ofensiva, poco crédito se le daba a lo que pudiera hacer Jalen Hurts. Sin embargo, su pasador demostró ser un jugador clave durante el partido más importante de la temporada. Concluyó con 17 pases completos, dos touchdown y 221 yardas acumuladas para una actuación sobresaliente.
El entrenador Nick Sirianni cerró unos Playoffs perfectos, donde tuvieron que disputar desde el partido de comodines y posteriormente tuvieron victorias demoledoras como la que lograron sobre los Commanders de Washington con más de 50 puntos anotados (55-23). Así, su equipo alcanzó el segundo trofeo Vince Lombardi de su historia, siete años después de su primera conquista.
Errores
Por si fuera poco, culminaron su ansiada revancha ante los Jefes, quienes los habían vencido en el Super Domingo LVII, en un partido extremadamente cerrado que se definió en los últimos minutos en favor de Kansas City.
Aunque vieron frustrado su intento por convertirse en el primer equipo de la NFL en ganar tres Super Bowls consecutivos, el equipo formado por el coach Andy Reid es de aplaudirse. Han logrado estar en el partido por el título en cinco de los últimos seis años, con una racha positiva de tres victorias por dos derrotas.
Esta vez la línea ofensiva no le brindó la protección deseada a su pasador. Mahomes fue capturado en seis ocasiones y sufrió dos intercepciones, producto de errores forzados desde su línea de golpeo. Cuando finalmente pudo encontrar un ritmo de juego, ya el marcador era irremontable.
Hay varios jugadores que no han confirmado su continuidad, empezando por el propio entrenador en jefe. A Reid le queda un año de contrato y se muestra más cerca su retiro que una renovación. Pero el inicio de la siguiente campaña es lejano y hay tiempo para que los Jefes reconfiguren algunas de sus piezas claves que los lleven a aspirar a continuar como un contendiente al título.
Por lo pronto, las Águilas son los nuevos monarcas, los que finalmente pudieron vencer al bicampeón y todopoderoso Kansas City.