EL MAGO DEL KREMLIN

“No necesariamente representa lo que es Rusia hoy”.

Lucy Bravo
Columnas
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A veces la única manera de entender esta horrible realidad es leerla como ficción. Y es precisamente esta provocación la que me llevó a las páginas de Giuliano da Empoli, cuya novela El mago del Kremlin explora los corredores del poder al interior del gobierno de Vladimir Putin y ofrece una inesperada guía para entender las motivaciones más ocultas del líder ruso.

Publicada poco después de que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, la novela ha llegado al escritorio de distintos líderes europeos y se ha convertido en un mapa imprevisible en el que podemos encontrar las coordenadas del alma rusa.

Da Empoli, escritor y asesor político del exprimer ministro italiano Matteo Renzi, tradujo su experiencia en los círculos moscovitas en una reconstrucción de la Rusia del siglo XXI: su crisis existencial tras la caída de la URSS, la llegada del capitalismo desenfrenado de los noventa y la restauración de la verticalidad del poder con el arribo de Putin.

El narrador se inspira en una de las figuras más intrigantes de la historia moderna rusa, Vladislav Y. Surkov, principal ideólogo de Putin, el único personaje cuyo nombre ha sido cambiado por Vadim Baranov; el resto, desde oligarcas hasta mercenarios, son nombrados abiertamente por el escritor en un juego en el que la falsa veracidad es un recurso más para retratar la realidad.

Pero más allá del retrato íntimo del que es considerado el Rasputín de Putin, la novela es apenas un punto de partida para entender la hoja de ruta del arte de la guerra de Putin, misma que aplicó en Chechenia, Georgia, Siria y ahora desató en Ucrania.

Guerra colonial

Incluye a personajes de la vida real como Yevgeny V. Prigozhin, fundador del grupo de mercenarios Wagner, quien establece granjas de trolls para difundir noticias falsas en Occidente y salta de las páginas de la novela a los titulares al ser calificado como líder de una “organización criminal” internacional por Estados Unidos. A su agrupación, calificada de mercenaria, también se le acusa de violaciones graves a los derechos humanos. Washington estima que Wagner tiene 50 mil efectivos desplegados en Ucrania, de los que 40 mil habrían sido reclutados de prisiones en Rusia.

“Nadie escapa nunca a su destino. Y el destino de los rusos es que son gobernados por descendientes de Iván el Terrible”, dice Baranov en la novela de Da Empoli. “Puedes inventar lo que quieras, una revolución proletaria o un liberalismo sin restricciones, pero el resultado es siempre el mismo”, agrega.

La crisis desatada por Putin es la de un líder que busca recuperar la gran narrativa perdida. Un líder que ha elegido un destino anacrónico: el imperialista, el cual consiste en librar una guerra colonial contra sus países vecinos. El problema es que esto no necesariamente representa lo que es Rusia hoy en día y cuál es su futuro, con o sin Putin.

Lexema Hay muchas formas de interpretar la guerra de Ucrania, pero tal vez por eso la novela toma su lema de Alexandre Kojève, el filósofo franco-ruso, quien dijo: “La vida es una comedia. Uno debe representarla con seriedad”. Y vaya que el Kremlin se lo toma en serio.