DEPREDADORES SEXUALES

Lourdes Mendoza
Columnas
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Herrera

Los hechos confirman que al poder no llegamos todas las mujeres y que los tiempos de mujeres son de dientes para afuera.

Resulta que Mario Ernesto González Núñez, secretario del interior del Suterm, y representante de este ante el Consejo de Administración de la CFE, está señalado por la autoridad jurisdiccional penal del Reclusorio Oriente, al igual que Víctor Fuentes, secretario general del sindicato de la CFE, como agresor de mujeres.

Este liderzuelo “obrero” es dueño de un complejo turístico de más de 300 hectáreas que se llama Ojo del Cielo, en la selva de San Blas, Nayarit.

¿De dónde, apá?, si su sueldo neto estimado es de 48 mil 127.50 pesos, según el portal de la Función Pública.

Desde 2020, en este mismo espacio, he venido documentando que la CFE solapaba a agresores sexuales y violadores, y que amedrentaba a las denunciantes.

Uno de los casos más brutales fue el de Wendy Herrera, quien vivió acoso sexual, laboral y hasta amenazas de muerte.

Wendy denunció al liderzuelo obrero, pero hoy este se encuentra sentado en el Consejo de Administración, así como a Víctor Fuentes y a Víctor Manuel García Trujeque, secretario de la Comisión Nacional de Justicia, quienes de igual manera han protegido y acosado a otras víctimas de violación y demás ultrajas dentro de la CFE sin que nadie haga nada.

Es decir, el feminismo es de dientes pa’fuera en tiempos en los que aun cuando se diga que es la hora de las mujeres los depredadores sexuales se multiplican al por mayor.

Dónde queda el interés superior de los menores

Otro caso deleznable es del Colegio Piaget en la CDMX, el cual se está defendiendo de acusaciones muy graves por no haber hecho nada en el caso de abuso contra un menor por parte de su maestro de música, no uno, ni dos, sino tres años en los que el menor cursó de primero a tercero de primaria.

La SEP ya anunció que los desincorporará de su listado de escuelas acreditadas, pero la directiva del colegio dice que impugnará la decisión, pese a la evidencia de omisión. Además, es evidente que los padres están tratando de sacar un beneficio político. Es decir, ni el colegio ni los padres están pensando en el interés superior del menor y en cambio buscan defender sus intereses particulares. ¿Qué nos pasa como sociedad ante casos como estos?

Estilo mata carita

Y para no desviarnos del tema, circula en redes el caso en la CDMX de una niña de once años violada por su padre y embarazada. A pesar de buscar atención médica y denunciar los hechos, las autoridades de la FGJCDMX la enviaron de regreso a su casa, donde su agresor está presente. No se trata de un hecho aislado, como hemos visto en este espacio: es el pan de cada día en nuestro México.