No hay duda de que el régimen de Donald Trump se ha convertido en un reto enorme para el gobierno de Claudia Sheinbaum. La designación de grupos mexicanos del crimen organizado como “organizaciones terroristas” puede transformarse en justificación de acciones policiales o incluso militares en México para detener a criminales o a políticos. Las amenazas de aranceles pueden tener un impacto muy destructivo para la economía mexicana, cuyo crecimiento de las últimas décadas se ha fundamentado en las exportaciones a Estados Unidos.
Coincido con la presidenta Sheinbaum en que ante estas amenazas es indispensable fortalecer nuestra soberanía. Pero esto no se logra con enmiendas a la Constitución, sino con medidas que vuelvan más productiva a nuestra economía. Si algo nos dice la historia es que la soberanía se construye sobre la fortaleza económica.
Las medidas que está tomando el gobierno no tienen brújula ni sentido común. Enmendar la Constitución para fortalecer la soberanía parece una broma de mal gusto, pero la iniciativa la mandó la propia presidenta al Congreso, donde ya ha sido aprobada por el Senado y la Cámara de Diputados. Solo faltan los Congresos locales.
Al artículo 40 constitucional que establece que “es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, laica y federal”, la iniciativa añade ahora un párrafo que dice que “el pueblo de México, bajo ninguna circunstancia, aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero que sea lesivo de la integridad, independencia y soberanía de la nación…”
Otro párrafo añade: “Tampoco consentirá intervención en investigación o persecución sin la autorización y colaboración expresa del Estado mexicano, en el marco de las leyes aplicables”.
¿De verdad piensan nuestros políticos que estas enmiendas impedirán una intervención militar o acción policial de Estados Unidos? ¿Y no han pensado que a lo mejor el señor Trump simplemente dirá que no le salgan “con el cuento de que la ley es la ley?”
Inversión productiva
El coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, piensa que la iniciativa es magnífica: “Vean ustedes el tamaño de la reforma que nos plantea la presidenta Claudia Sheinbaum. Ningún otro presidente se atrevió a plantear una reforma de tal magnitud”. Es mucho el afán del zacatecano por quedar bien con la presidenta después de que él y los demás líderes de los partidos del gobierno le dieron la espalda mientras se tomaban una foto con Andy López Beltrán en la “asamblea informativa” del 9 de marzo.
Pero más que enmendar la Constitución para “fortalecer la soberanía” el gobierno debería impulsar reformas para fortalecer nuestra economía. Debería eliminar trámites burocráticos, reducir impuestos y acabar con las restricciones que limitan la inversión productiva.
Sheinbaum ha entendido que México no se puede poner con Trump a las patadas. La fuerza económica de Estados Unidos es 20 veces superior a la de nuestro país y de ella surge también su capacidad militar, que no tiene igual en el mundo.
Pero en lugar de estar haciendo cambios a nuestra Constitución que en nada fortalecen nuestra soberanía deberíamos estudiar el marco jurídico y económico de Estados Unidos, que le ha permitido convertirse en un país tan poderoso mientras que el nuestro sigue siendo pobre y débil.
Para defender la soberanía nacional necesitamos un poco más de productividad económica y un poco menos de enmiendas leguleyas.