REUNIÓN DE LA CONFERENCIA DE EJÉRCITOS AMERICANOS

“Un foro privilegiado para el diálogo entre profesionales de las armas”.

Javier Oliva Posada
Columnas
Compartir
Ejército

Durante la semana pasada, en la ciudad de Buenos Aires, se realizó la V Conferencia Especializada en Desarrollo de Capacidades de Ciberdefensa. Participaron con representación presencial 18 ejércitos. Creada en 1960, la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) es un foro permanente de intercambio de experiencias, suma de esfuerzos y, sobre todo, para el establecimiento de protocolos de confianza en el continente.

Cada dos años le corresponde a un país ejercer la presidencia y organización de distintos foros y temáticas.

Por segunda vez México preside la CEA. La primera ocasión fue durante el periodo 2011-2012 y dadas las características estructurales de aquellos años fueron presidentes de la CEA los generales Guillermo Galván Galván y Salvador Cienfuegos Zepeda, como sabemos, consecutivos secretarios de la Defensa en los sexenios 2006-2012 y 2012-2018.

Ahora, con la restructuración y reorganización tanto de la misma Secretaría de la Defensa Nacional como de las Fuerzas Armadas, en este caso con la creación del Estado Mayor Conjunto y las Comandancias del Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea Mexicana y la Guardia Nacional, es el general de División de Estado Mayor Norberto Cortés Rodrígez, comandante del Ejército Mexicano, quien preside la CEA durante el ciclo XXXVI.

Diplomacia militar

Conforme a las condiciones internacionales que vivimos, sobre todo a partir de la llegada de la nueva administración en la Casa Blanca, la CEA es un foro privilegiado para mantener el diálogo directo entre profesionales de las armas, sobre todo por lo que hace al permanente contacto para fortalecer las agendas comunes.

Por ejemplo, asistieron a Buenos Aires, entre otras, las representaciones de Canadá, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Nicaragua, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú, desde luego México y militares del país anfitrión.

El concepto que he venido trabajando, el de diplomacia militar, tiene evidente relevancia ante la reunión del CEA. En primer lugar, por las públicas discrepancias y abiertos desencuentros que hay entre varios de los gobiernos civiles de los países mencionados. Baste con recordar la persistencia de Donald Trump para hacer de Canadá el “Estado número 51”, así como los posicionamientos de varios integrantes del gabinete estadunidense respecto de la posibilidad de usar drones artillados en espacio aéreo soberano de México para atacar a organizaciones delictivas, sobre todo a traficantes de drogas.

En segundo término, el distanciamiento del gobierno de Estados Unidos respecto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sobre todo por el caso de la invasión de Rusia a Ucrania, no ha afectado los ámbitos de colaboración entre ese país y Canadá, también integrante principal de la OTAN.

Con estas dos variables, además de otras de carácter regional, la CEA cumple un papel central en la preservación del equilibrio geopolítico y la confianza entre las Fuerzas Armadas del continente.

Además, si se tienen en consideración las tensiones en el comercio mundial, es evidente que también las habrá en el ámbito de la política internacional. De ahí que mantener, e incluso fortalecer, los protocolos de confianza, programas de intercambio y foros como la CEA impliquen recursos fundamentales para la preservación de un clima de entendimiento entre los gobiernos americanos.

Las Fuerzas Armadas como sustento de la democracia: ahí está el reto para el poder civil y su contribución para la paz. Así las cosas.