EXTRAÑA FORMA DE VIDA O EL OESTE SEGÚN ALMODÓVAR

“No pretende reescribir las reglas del western”.

Francisca Yolin
Columnas
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Con una interesante filmografía, el cineasta español Pedro Almodóvar busca siempre sorprender de alguna manera. Y lo logra con su nuevo mediometraje (que se puede ver en cines) Extraña forma de vida, su muy personal incursión en el género del Oeste y su primera película en inglés.

Aquí Almodóvar rinde un apasionado homenaje a los grandes directores del Oeste, a la vez que aporta su propio toque distintivo. Esta película, presentada en el Festival de Cannes, marca un hito en la carrera del director de 73 años, desafiando las convenciones del género y explorando temas profundos y personales.

El cineasta narra la historia de dos antiguos amantes, interpretados magistralmente por Ethan Hawke y Pedro Pascal, quienes se reencuentran después de 25 años en una noche de pasión y sexo. La trama se desarrolla en un contexto inusual para el género, donde Hawke es el sheriff Jake y Pascal su antiguo compañero, Silva. El conflicto se desata cuando Jake busca al presunto hijo de Silva, Joe, interpretado por George Steane, acusado de asesinato. La tensión aumenta cuando Joe aparece en casa de su padre.

Aunque la película se inspira en el legado de directores icónicos del Oeste, Almodóvar la lleva por un camino inesperado. A través de diálogos profundos y auténticos explora la razón detrás de la separación de los amantes y cómo estaban destinados el uno al otro.

Magistral

Hawke y Pascal representan dos polos opuestos, pero su química en pantalla es innegable. En solo media hora ambos actores aportan autenticidad y credibilidad a sus personajes y a esta relación compleja.

La elección de Hawke y Pascal para los papeles principales demuestra que podrían haber protagonizado westerns clásicos de los cincuenta y sesenta.

La película evoca la nostalgia de esos tiempos con una melodiosa banda sonora de Alberto Iglesias, colaborador habitual de Almodóvar. Aunque la película se rodó en Almería, España, la música no intenta imitar a Ennio Morricone, sino que establece un tono emocional y nostálgico que complementa el diseño de producción y el vestuario, que incluye un homenaje a James Stewart en Bend of the River, de Anthony Mann.

En Extraña forma de vida Almodóvar no pretende reescribir las reglas del western, pero sí agrega un nuevo capítulo al género que le sienta como anillo al dedo.

A través de la magistral interpretación de sus protagonistas y su habilidad para tejer una historia íntima en un contexto poco convencional el realizador demuestra una vez más por qué es un maestro del cine contemporáneo. Su amor por el pasado del cine del Oeste brilla a través de esta película, que se destaca como una adición valiosa y original al género.