LA CASA DE LA TÍA TOÑA

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Casa de la tía Toña

“El miedo no anda en burro”.
Filosofía popular

En México varias casas son famosas por sus historias de apariciones y fenómenos paranormales. A continuación, les presento algunas de las más conocidas. A lo mejor alguna la han visto al pasar por ahí.

1. La Casa de la Tía Toña (Ciudad de México) Ubicada en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, esta residencia ha sido objeto de múltiples mitos. Se asegura que una mujer enloquecida vivió en ese lugar y asesinó a niños sin hogar.

2. La Casa de los Tubos (Monterrey) Situada en las faldas del Cerro de la Silla, esta casa destaca por su peculiar arquitectura tubular y una trágica historia que involucra la muerte de una joven durante su construcción.

3. La Casa Negra (Ciudad de México) Localizada en la colonia Roma, esta casa es conocida por su perturbadora historia y es considerada una de las más embrujadas del país.

4. La Casa de la Hiena (Querétaro) En los noventa una mujer de clase media en Querétaro sufrió un demencial ataque que desembocó en el múltiple asesinato de sus hijos.

5. La Casa de los Perros (Guadalajara) Esta casa es conocida por las leyendas que la rodean y se considera una de las más embrujadas de México.

Aunque no existe una medida exacta para determinar cuál de estas casas tiene más actividad paranormal, todas ellas comparten historias que alimentan la imaginación y el misterio en la cultura mexicana.

La Casa de la Tía Toña es una de las leyendas urbanas más famosas de la Ciudad de México. Está ubicada en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, una zona cargada de historia y misterios. Esta casa ha sido objeto de rumores, cuentos paranormales y mitos que han capturado la imaginación de muchos.

La historia detrás de la Casa de la Tía Toña es trágica y perturbadora. Según la leyenda, una mujer mayor, conocida como Tía Toña, vivía sola en esta casa apartada y tenía un gran corazón. Se dedicaba a ayudar a niños sin hogar, ofreciéndoles comida y un lugar donde dormir. Sin embargo, el rumor dice que los niños, en lugar de agradecerle, comenzaron a robarle y a maltratarla. Esto provocó que la Tía Toña cayera en una profunda desesperación.

En un ataque de furia y locura, la mujer asesinó a los niños y, abrumada por la culpa, se quitó la vida dentro de la casa. Desde entonces, se dice, su espíritu quedó atrapado en el lugar y las almas de los niños también permanecen ahí.

Aquellos que han visitado la zona aseguran haber experimentado sucesos extraños, como ruidos inexplicables, como llantos y gritos en medio de la noche; apariciones de una figura femenina, que se cree es la Tía Toña, mirando desde las ventanas; sensaciones de frío intenso y opresión al acercarse a la casa. Algunos también cuentan que al intentar entrar en la propiedad sienten una energía que los empuja a marcharse.

Aunque se sabe que está cerca del Bosque de Chapultepec, la ubicación exacta de la casa no es clara, lo que añade un aire de misterio a la historia. Hay quienes aseguran haberla encontrado y otros que dicen que es imposible llegar, como si el lugar “desapareciera” o estuviera protegido por una fuerza sobrenatural.

Aunque la Casa de la Tía Toña es una leyenda muy conocida, no existen pruebas concluyentes de que los hechos que se cuentan hayan ocurrido realmente. Sin embargo, esto no ha impedido que el lugar se convierta en un punto de interés para los amantes de lo paranormal y los curiosos que buscan emociones fuertes.

En la cultura mexicana esta leyenda forma parte de un rico repertorio de historias sobre lugares embrujados, que combinan supersticiones, tradiciones y un amor por el misterio. ¿Te atreverías a buscar la casa?

El espanto

Todas las mañanas Toña, la dueña de la casa, sale por la ventana para ver pasar a los niños. De vez en vez los llama para invitarles a tomar chocolate y les ofrece dulces.

La casa luce como una real mansión de la época déco, bien pintada y con todos los vidrios perfectamente limpios; pero cuando los niños cruzan el portal de la puerta, esta se cierra y no se puede abrir; el interior se vuelve oscuro y tenebroso; la tía Toña aparece con un mandil todo rojo, los ojos desorbitados, los dientes negros de podredumbre. El ambiente huele a muerte, los incautos niños no logran salir y corren espantados por toda la casa, hasta que la Tía Toña los degolla, para comerse toda la sangre. Al final los tira en el sótano.

Desde hace más de dos décadas la casa está desierta, esperando al próximo incauto que caiga en las garras de la tía.