Donald Trump parece decidido a terminar en la cárcel por desacato, a solo seis meses de las elecciones presidenciales. Y es que entre sus citas en los tribunales el expresidente ha encontrado la manera de hacer campaña: ya sea haciéndose la víctima de una conspiración o denunciando una posible invasión a su país.
Y todo mientras su país se enfrenta a una de las peores crisis de política exterior desde la guerra en Irak.
Trump ha recibido diez multas de mil dólares por desacato a la ley mordaza en lo que va del juicio por el supuesto pago para silenciar a una actriz porno sobre un encuentro sexual entre ellos. El juez incluso advirtió al expresidente que de seguir así podría acabar en la cárcel.
Pero Trump no parece perder mucho el sueño por las palabras del juez. Y tampoco parece perder el tiempo. De hecho, cuando no está sentado en el banquillo de los acusados siempre encuentra la manera de apuntar los reflectores a su rival: Joe Biden. A tal grado, que llegó a declarar en uno de sus mítines que “Biden parece determinado a crear las condiciones para un ataque al estilo del 7 de octubre en Estados Unidos”.
Y aunque parezca un simple ataque politiquero la realidad es que la crisis desatada en Estados Unidos por la guerra entre Israel y Hamás está lejos de terminar. Hoy más de 120 universidades estadunidenses tienen campamentos de manifestantes propalestinos en sus campus. De ellas, en al menos 51 han tenido que intervenir las fuerzas policiacas, resultando en más de dos mil 400 arrestos en las últimas semanas.
Pero mientras el presidente Biden buscaba desesperadamente salvar el estancado acuerdo de un cese al fuego entre Israel y Hamás que se negociaba con la ayuda de Qatar y Egipto, el ejército israelí ha hecho lo que llevaba semanas anunciando: entrar en Rafah, donde tomó el control operativo del cruce del lado palestino, un punto estratégico, pero que provocó que EU detuviera un envío de bombas a Israel en medio de preocupaciones por su posible uso en una incursión a gran escala en la zona.
Pasarela
¿Pero de qué estamos hablando cuando hablamos de Rafah? Se trata del punto más al sur de la Franja en su frontera con Egipto, donde se refugian más de un millón y medio de palestinos.
Hasta ahora era la única vía de escape de la guerra y uno de los escasos puntos por los que Israel permite la llegada de ayuda humanitaria.
El ejército israelí ordenó la evacuación de la población civil en cuestión de horas hacia los alrededores de la ciudad de Jan Yunis, donde la situación humanitaria y de hambruna ya es crítica.
Y mientras todo esto ocurría el electorado estadunidense fue sometido a una pasarela de testigos en el primer juicio penal del expresidente Trump, incluyendo una exasesora de alto rango de la Casa Blanca, un veterano editor de tabloides, un exdirector de un banco y, sí, la actriz porno Stormy Daniels.
Eso sin tomar en cuenta un testigo clave: Donald Trump. Con lo cual se comprueba que el surrealismo de la política estadunidense adquiere cada vez mayores dimensiones.