La Copa América que se desarrolla en Estados Unidos ha dejado ver una vez más la verdadera realidad de la Selección Mexicana de Futbol; es decir: un equipo sin identidad y falto de actitud.
Soy de los que piensan que, si bien a la selección mayor no le sobra el talento, tampoco le falta. Creo que los jugadores convocados para dicho certamen tienen la capacidad para entregar mejores cuentas en la cancha, pero su actitud no les ayuda y a eso hay que añadir que su técnico, Jaime Lozano, simplemente no da, pues las cosas naturalmente se vienen abajo y los resultados son penosos.
El problema de la Selección Mexicana de Futbol radica también en la poca disposición que se tiene de mejorar el producto de casa, o sea, nuestra liga. Hasta no hace mucho se aprobaron algunas reformas que, si bien pueden ayudar un poquito, no son suficientes para darle una cara distinta en lo deportivo a este producto llamado futbol.
Todas esas decisiones que se han tomado de no reducir el número de extranjeros en la liga o erradicar el ascenso y descenso de los equipos lo único que propician es un retroceso en nuestro futbol en todos sus niveles, incluyendo selecciones nacionales.
Lamentablemente este combo de determinaciones y acontecimientos en nuestro futbol se presenta en un momento poco oportuno si tomamos en cuenta que México será una de las sedes para la próxima Copa del Mundo 2026. Tremenda imagen la que se está dejando de cara al Mundial, cuando se supone que todo tendría que estar en equilibrio.
Tablas
Regresando al tema exclusivo de la selección, normalmente estoy en contra de que los procesos se corten, pero en esta ocasión y en este preciso instante, de verdad, no le veo patas para gallo a Jaime Lozano. Creo que es buen momento para replantear si la selección necesita un técnico al que le faltan tablas o un entrenador que medianamente pueda llegarle al futbolista para hacerlo rendir un poco más en terreno de juego. Considero que se tiene que dar un cambio urgente.
Y si bien la baraja de opciones no es amplia, tampoco creo que sea imposible contratar a un técnico con más criterio y menos titubeante a la hora de maniobrar sobre la marcha de un partido de futbol.
Me gustaría ver a un entrenador sin tantas dudas, con un poco más de autocrítica, menos conformista con lo que ve de sus jugadores en cancha… en fin, un entrenador más completo.
Lamentablemente a Lozano lo aventaron al ruedo en un momento de su carrera en el que todavía no estaba consolidado como técnico.
Y ojo, con esto no quiero decir que es mal entrenador; por el contrario, creo que tiene un gran futuro, pero tristemente el equipo nacional le ha quedado grande, precisamente porque aún le falta un camino largo por recorrer y estoy seguro que posterior a su experiencia con la selección hará una buena carrera y ya con más argumentos para en un futuro tomar revancha.