UNA APUESTA LÓGICA

Cristopher Rivera
Columnas
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Pumas MX

Los problemas se agudizaron en Pumas y no quedó más opción que apelar a los cambios a nivel dirección técnica. Cambios que a mi consideración se debieron haber ejecutado con anterioridad, porque el proceso de Gustavo Lema nunca fue el adecuado. Y es que aun cuando los números parecían ser buenos la verdad es que el equipo universitario nunca encontró una estabilidad en su futbol.

Lo que ha ocurrido en Pumas recientemente es algo difícil de creer, sobre todo por la institución que es. No obstante, a muchos dentro las entrañas del Club Universidad no les cae el veinte de que representan a un equipo muy diferente al resto: la filosofía es formativa en cancha y dirección técnica; eso es lo que les ha dado grandeza y un contraste muy especial respecto de otros clubes.

Sin embargo, en los últimos años se han empeñado en propiciar que Pumas se parezca al América, a Cruz Azul o a todos esos equipos acostumbrados a importar jugadores y entrenadores rimbombantes. La fórmula en el equipo de la UNAM es otra y está patentada: producir en casa y después vender.

Por ejemplo, ¿qué caso tenía contratar a Dani Alves cuando hay una cantera de chicos mexicanos pidiendo a gritos una oportunidad?; ¿o qué caso tenía contratar como técnico a Antonio Mohamed cuando en fuerzas básicas hay entrenadores probados y con títulos que presumir?

Estas son solo un par de interrogantes que retratan lo que ha sido el equipo universitario en los últimos años; un equipo que se olvidó de su entrañable filosofía.

Y si hay una afición a la que no pueden marear es a la de Pumas. Ellos se dan cuenta del cochinero que ha imperado y ha tomado posturas simbólicas que significan golpes para la institución. Nunca se había visto a la afición auriazul, por ejemplo, negándose a un Goya frente a sus jugadores.

Progreso

Le decía que las cosas ya eran insostenibles, por lo que la directiva de Pumas, quizá más a fuerzas que con ánimo, no tuvo de otra más que cambiar de entrenador. Efraín Juárez entró por Lema, ese que por cierto impuso Mohamed.

Pero haya sido como haya sido, al final y por fin parece que la directiva universitaria ha tomado una decisión congruente. Y es que si nos vamos a los manuales e historia de este club nos daremos cuenta de que seis de los siete títulos que ha ganado han sido bajo la tutela de entrenadores hechos en CU o que conocen perfectamente la casa. Desde Bora Milutinovic en la temporada 80-81 hasta Guillermo Vázquez en 2011, año en el que Pumas consiguió su último campeonato de liga.

Juárez es un técnico que sabe perfectamente de qué va la cultura deportiva y formativa en Pumas. Y aunque eso no es garantía de éxito, les aseguro que sí será garantía de paulatino progreso, ese que tanto le hace falta al Club Universidad para levantar de nuevo un trofeo.